Lila Downs: Entre ‘chocolate’ amargo y ‘balas’ dulces

Lila Downs está cabrona. El que no lo crea, que abra su Spotify y que se ponga a escuchar Shake Away, La Cantina, Pecados y Milagros mientras lee esto. Cada álbum que produce es mejor musicalmente al anterior. Cada producción tiene un concepto único y la mezcla de géneros que logra disco a disco es de lo mejor hecho y producido en el mundo de la música. Si hay una artista Latina extraordinaria, denle ese mote a Lila. Pues nadie más ha logrado unir dos culturas mejor que ella o pasar del jazz a la cumbia a la ranchera a la bachata, al blues y al bluegrass en un sólo disco. Y qué musicos, señores. Qué chingones músicos.

La cantautora neoyorquina-oaxaqueña está de regreso con su séptimo álbum de estudio titulado con un irónico y contradictorio nombre: “Balas y Chocolate”. Por un lado, avienta dura crítica social (curiosamente “La Patria Madrina” fue grabada como premonición antes de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa), y también se avienta piezas llenas de amor y humor (“Son de difuntos” fue creada para su esposo, Paul Cohen, quien desafortunadamente fue diagnosticado con una enfermedad terminal pero que afortunadamente dos años después sigue entre nosotros).

También hay unos temas que habían sido creados para el fallido musical Como Agua Para Chocolate que nunca verá la luz en Broadway, pero aquí Lila nos los presenta. Estas trufas o cerezas del pastel se llaman “Cuando Me Tocas Tú” y “La Promesa”. Hay un dueto con Juanes (que se hizo de último momento, como agregar la canela antes de tomarse el chocolatito) y otro con el gran Juan Gabriel (ese es el trufón de esta bandeja de bombones). Balas y Chocolate es un álbum – se recomienda en este momento cambiar su Spotify a este álbum – que se disfruta como los mejores cacaos y que tiene un sonido muy orgánico, muy sabroso. A continuación, Lila nos habla de cómo preparó con molinillo, a mano y fuego lento, y por supuesto con agua, jazz y rancheras, el que apunta a ser el mejor disco de su carrera… hasta hoy.

 

Variety Latino: El año pasado tocaste unas canciones del disco en Nueva York. Cantaste la “Patria Madrina” justo cuando acababa de pasar lo de Ayotzinapa. ¿O sea que ya la tenías compuesta y después agregaste lo de los desaparecidos?…¿Cómo te parece está coincidencia?

Lila Downs: Sí, así fue. Yo agregué ahí el fragmento en el que digo… “vivos se lo llevaron y vivos lo queremos.” Creo que estabamos en ese concierto y lo dije porque era lo que sentía en ese momento y pensé que era importante mencionarlo. A mí me impresionó cuando vi a un padre cargando una pancarta. Me dije a mí misma: “qué manera de perder un hijo. Eso no tiene que ver con la política, ni con querer hacer una causa. Eso debe ver con la desesperación. De ser un padre y perder a su hijo”.

 

VL: ¿Este disco incluye alguna de las canciones que escribiste para el musical  “Como Agua Para Chocolate”, de ahí el título?

Lila:  ¡Sí, exactamente! La canción “Cuando Me Tocas Tú” es un tema que originalmente era en inglés y también “La Promesa”. Esa canción fue un tema escritó con otro texto y acabe de escribirla yo. Pues sucede que coincide con la pérdida de alguien que no se encuentra.

 

VL: “La Patria Madrina” salió a la venta primero sólo con tu voz, ¿por qué decidieron hacerla dueto después y por qué decidiste que Juanes era el indicado?

Lila: Lo que pasó es que no se tomó una decisión correcta de cuál canción iba ser el single (sencillo). Sony y, en nuestra parte también, se nos hizo difícil. Estuvimos entre “Patria Madrina” y “Humito de Copal” porque las dos canciones tienen casi el mismo sentimiento – bailable y tiene que ver con lo que estamos viviendo ahora. Con respecto a la colaboración (con Juanes), yo había hablado con él sobre el tema pero él no tuvo la oportunidad de grabarlo. Entonces por eso salió primero con mi voz. De repente pudo venir a México a filmar el video y ahí fue cuando se grabó su voz.

 

VL: Este disco refleja lo que está pasando en México pero con una música agradable y líricas que no son trágicas, de hecho hay mucho humor…

Lila: Este disco sale en parte de una posible muerte de mi pareja cuando lo diagnosticaron hace dos años con una enfermedad del corazón muy seria, precisamente cuando empecé a componer el “Son De Los Difuntos”. La noticia era tan dura que me hice fuerte para mi hijo (Benito), de 2 años, y empecé a aceptar la realidad que me podía quedar sola. ¡No me iba rendir! Pensé que si esto me iba tocar, pues vamos pa’lante y a componer canciones con temas sobre la muerte. Entonces, creo que eso refleja el disco. Tratar de alegrarme a mí misma en un momento de crisis y también no se puede solamente interpretar sobre mis problemas personales pero también los de México.

 

VL: ¿Cómo está tu esposo Paul?

Lila: Él está bien y trabajando. Está aquí a mi lado ahorita. Han pasado 2 años y gracias a Dios, todo está bien con su salud. Todavía sigue en su medicamento pero tenemos que darle las gracias a los doctores.

 

Escucha el disco mientras lees la entrevista…

 

VL: ¿Cómo te gusta tomar el chocolate?

Lila: Te voy a tener que decir que con agua. Soy Oaxaqueña y si no digo eso me van a regañar las abuelitas.

 

V.L.: ¿Crees que este disco tiene más balas o chocolate?

Lila: Creo que es agridulce, son las dos cosas. Como digo en un verso en “Son de Difuntos”: “Tamales y chocolate porque pide dulce y salado”. Eso es parte de la vida, la muerte, de lo que somos, de nuestros países, y de todo. En todo lo sentido somos esa mezcla de dulce y amargo.

 

V.L.: ¿Cómo se dio el dueto con Juan Gabriel y que representa para ti?

Lila: Es un sueño hecho una realidad. No me lo imaginaba y mi mamá es una gran fanática de él. Quiero decir que lo respeto y lo admiro. Es una persona gigante con tanta fuerza y talento. Él representa una cosa grande en México y todo Latinoamérica. Yo le escribí y me contestó como un verdadero artista. Me dijo que tenemos algo en común que era la patria a Juárez y la música.

 

V.L.: Básicamente ‘Shake Away’ tenía todos los géneros musicales, ‘Pecados y Milagros’ era más ranchero. ¿Cuál fue la misión musical  para grabar ‘Balas y Chocolate’?

Lila: Pues era muy bonito porque la mayoría de nuestros discos, como artista, son muy pensados. En esta ocasión todo salió muy orgánico y también sobre todo, el teatro musical (los ensayos de Como Agua Para Chocolate) nos ayudó mucho. Hay que juntarnos, tomar un rato y ahí sale un material maravilloso.