Antes de convertirse en una multimillonaria empresaria, Jessica Alba era catalogada como una de las mujeres más sexy de la industria del entretenimiento, pero nunca se sintió cómoda con eso. Así lo reveló la actriz a InStyle Magazine, revista en la que aparece en la portada del mes de julio, donde luce muy natural, con el cabello mojado y poco maquillaje.
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Alba contó que durante sus años de adolescencia siempre vistió pantalones holgados y camisetas deportivas, y cuando alcanzó la fama después de protagonizar la serie Dark Angel, se sintió muy incómoda con su nuevo mote de sex symbol.
“Mi sexualidad me incomodó mucho. Recuerdo mi primera sesión fotográfica para Maxim, me estaban diciendo que posara de cierta manera, y yo era como, ‘uf, tengo 19 años. Soy virgen. Ni siquiera sé cómo hacer eso’. Fue tan incómodo”, indicó la artista.
La primera vez que Alba usó un vestido de gala y tacones fue para la ceremonia de los Golden Globes del 2001, cuando tenía 19 años. “Estaba tan preocupada de no verme como una señorita. Recuerdo que pensaba, ‘espero no caerme'”, comentó.
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Luego de sufrir una crisis existencial al considerar que era más que un sex symbol, la protagonista de Sin City encontró su vocación al quedar embarazada, momento en el que se le ocurrió la idea de crear productos para bebés y para el hogar libres de químicos, dando inicio así a la creación de The Honest Company.
“Hice un pacto con el universo: Si podía manifestar mis sueños, entonces trataría de hacer algo bueno de alguna manera”, sentenció Alba.
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