Jennifer López y Marc Anthony se robaron el show durante la celebración de la edición número 17 de los Latin Grammy. Las redes sociales y los medios explotaron con el beso de la noche que se dieron en el escenario. #ElBesoEffect se ha convertido en todo una tendencia. ¡Que viva el amor! Pero si bien esto fue el tema que causó furor, existen otros que desafortunadamente pasaron casi desapercibidos.
El silencio sobre el acontecer político reinó la noche de los Latin Grammy. Muchos podrán decir que no se debe mezclar la política con la artes, pero resulta algo totalmente atípico e ilógico ver como semanas y meses antes de la elecciones, la gran mayoría de los artistas ahí presentes utilizan su fama para crear conciencia sobre el voto, y en muchos casos, invitar a votar a favor de Hillary Clinton.
Después de un largo proceso de duros comentarios divisorios hacia los inmigrantes pertenecientes a la comunidad hispana, se esperaba que el evento más importante de la música latina tuviera algo que decir sobre los resultados de las recién celebradas elecciones. A cambio, los Latin Grammy decidieron irse por el lado menos controversial, y destacar la importancia de unidad entre los latinos así como un llamado a mirar hacia el futuro, también se habló de la paz.
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La presentadora y actriz Roselyn Sánchez dijo, “La música nos mueve, nos hace pensar, nos permite sentir”. Y añadió, “Y esta noche nos haremos sentir tan orgullosos de lo que somos y de dónde venimos”. Muy bien, la unión y la paz entre latinos es clave. Pero ¿fue esto suficiente? ¡No!
Otros famosos intentaron expresar su sentir, pero insisto, el contenido político pasó de muy bajo perfil. El actor mexicano, Diego Luna, nunca decepciona, dando el más claro discurso de la noche. “Tengo un mensaje para todos los latinos de este lado de la frontera”, dijo mientras estaba acompañado de la cantante mexicana Julieta Venegas. “Juntos podemos combatir el odio y la discriminación”. Pero aun así, sus palabras no fueron suficientes.
¿A que se le teme? ¿Qué ha cambiado tanto? Durante dos años consecutivos, los premios Latin Grammy han vocalizado su sentir en cuanto al clima político en los Estados Unidos y en Latinoamérica. Y no olvidemos que una gran mayoría de famosos latinos se involucraron en estas elecciones presidenciales activamente, como nunca antes – incluyendo los protagonistas del #ElBesoEffect. Por ende, habían muchas expectativas por ver cuál sería la reacción de la comunidad latina. Ya que a solo días de haber ganado la elección, Trump ha enfatizado su plan sobre las deportaciones masivas.
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Por ejemplo, en 2014, la transmisión en vivo de los Latin Grammy tuvo retrasos porque el presidente Barack Obama estaba dando un discurso sobre la inmigración. Y ese año, el grupo musical Calle 13 nos ofreció una presentación altamente política –una especie de himno en apoyo a los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos en Ayotzinapa.
El año pasado fue más intenso y frontal todavía cuando las consagradas bandas mexicanas Maná y Los Tigres Del Norte interpretaron la canción, Somos Más Americanos y mostraron un letrero que decía “Latinos Unidos No Voten Por Racistas”. Todo esto en respuesta a los comentarios del presidente electo sobre los inmigrantes mexicanos quienes fueron tildados de criminales y violadores.
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¿Qué cambió? Horas más tarde nos enteramos por Twitter que en la sala de prensa de los Latin Grammy se les pidió a los periodistas no hablar o hacer preguntas de política. ¿En serio? ¿Por qué silenciar el tema? Esto en cualquier lado se llama censura.
Los premios Latin Grammy llegaron en un momento muy difícil para la comunidad latina. Los retos son grandes, y si bien la actitud positiva y el llamado a la paz, unión y trabajar juntos por un futuro mejor son alentadores, esperábamos más de los famosos.
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