Todos queremos libertad de expresión

#JeSuisCharlie es el hashtag del día 7 de enero de 2015, cuando 10 periodistas y 2 policías murieron por ataques terroristas en el diario de sátira francés, Charlie Hebdo.

Lo sucedido en este medio nos hace cuestionarnos sobre la libertad de expresión en el siglo XXI, que al contrario de lo que pensamos, aún está amenazada por distintos grupos, en general extremistas que no desean que sus creencias, culturas o gobiernos sean criticados.

Hace poco supimos del caso de “The Interview”, película donde Seth Rogen y James Franco se transforman en dos periodistas que  tienen como misión matar al líder de Corea del Norte, Kim Jong Un.

La película como sabemos causó polémica ya que Corea del Norte amenazó con un ataque similar al 11 de septiembre a las salas de cine que lo exhibieran.

Aunque la polémica quedó atrás y finalmente se mostró la película, no fue fácil para Sony mostrarla luego de las amenazas, las mismas a las que se vio enfrentado este semanario francés que lamentablemente perdió la batalla y fueron silenciados.

El dibujante argentino, Bernardo Erlich puso en Twitter: “Se ha puesto tan serio el mundo que el humor es una profesión de riesgo”.

Será que ya no se pueden hablar de ciertos temas, porque la libertad de expresión ¿en vez de aumentar, ha sido callada?

Las redes sociales han contribuido a que el mundo repruebe estos hechos, pero no es suficiente para que ciertos grupos se sientan con el derecho de qué se dice, cómo se dice y cuándo tal como si fuera un gobierno tiránico.

Y no sólo esto pasa en el humor. Recientemente nos enteramos de que la película de Ridley Scott, “Exodus” fue censurada en Marruecos y Egipto por tener errores históricos en lo que respecta la vida de Moisés, ¿donde queda entonces el espacio de la imaginación, la ficción y la doble lectura?

Tal como lo dijo actor Mark Ruffalo en Twitter: “La libertad de prensa es nuestra gran arma contra la tiranía.”

Si algo podemos sacar en limpio de estos últimos hechos, es que la mejor manera de luchar contra el enemigo es expresándose sin miedo.

Quizás hoy se perdió una batalla, pero no la guerra.