Tal como se esperaba, el Papa Francisco habló del tema de la inmigración en su visita a los Estados Unidos, abordando también otros tópicos como la relación de este país con Cuba y el calentamiento global.
El Sumo Pontífice, quien llegó el 22 de septiembre a tierras norteamericanas, dijo en su discurso: “Como hijo de una familia de inmigrantes estoy feliz de ser un huésped en este país, que fue extensamente construido por esas familias”.
El Papa dijo esto en referencia a sus antepasados italianos, los cuales llegaron a Argentina escapando del fascismo. Por esta razón el Papa hizo hincapié en que los inmigrantes deben ser aceptados en cualquier parte del mundo, agregando: “Debemos rechazar la injusticia y la discriminación”.
También explicó que vivimos un momento “crítico en la historia”, haciendo referencia a los problemas con el cambio climático. Sin embargo, el Pontífice se mostró esperanzado, ya que aún estamos a tiempo para alcanzar un “desarrollo sostenible e integral”. También citó a Martin Luther King Jr., diciendo: “Podemos decir que dejamos adeudado un pagaré y ahora ha llegado el momento de saldarlo”.
“Ese cambio requiere por nuestra parte un reconocimiento serio y responsable, no solamente de la clase de mundo que podemos estar dejando a nuestros hijos, sino de los millones de personas que viven bajo un sistema que los ha excluido”, explicó.
El Santo Padre dijo sentirse como un “hermano” de Estados Unidos, luego de la calurosa bienvenida que les dieron sus seguidores, así como el presidente Barack Obama, quien le dio la bienvenida junto a toda su familia.
Finalmente, el Papa Francisco llamó a todos los hombres y mujeres de buena voluntad de este país para apoyar “los esfuerzos de la comunidad internacional para proteger a los vulnerables de nuestro mundo y estimular modelos de desarrollo integrales e inclusivos”.
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