Ya lo sabemos, Kanye West puede ser un poco petulante, pero a pesar de su gran ego y sus metidas de pata, es un visionario.
Por esta razón durante la entrega de los premios honoríficos BET 2015, que se transmitirán el 26 de febrero, West fue uno de los honorados. Junto a él también recibieron reconocimientos John Thompson, Usher, Phylicia Rashad, y la Dra. Johnnetta Betsch Cole.
Al recibir su premio, de manos de Damon Dash, co-fundador de Roc-A-Fella Records, West sorprendió a todos con su discurso de aceptación, en donde dejó de lado su ego, como el mismo dijo bromeando, “creo que por primera vez en mi vida entiendo lo que es ser humilde”, para hablar del racismo, las relaciones interraciales y los estereotipos.
“Mi esposa [Kim Kardashian] ha salido con negros en quiebra, así que no tuvo que ver nada con el dinero”, bromeo Kanye al indicar, que a diferencia de lo que le decían cuando aún no era famoso, sobre cómo conseguiría una mujer blanca porque iba a ser un hombre de dinero, lo hizo simplemente por amor.
West aprovechó su tiempo en el escenario para indicar que la raza en muchas ocasiones limita las expectativas para los afroamericanos, “todo lo que quieren presentarle a los jóvenes afroamericanos es la idea de que tienen que llegar a la liga, o tienen que ser raperos, pero no la idea de que pueden convertirse en un honorado”, pero aseguró que no hay que limitarse, y hay que sacar el máximo provecho del potencial que se tiene, “nuestro poder, nuestro aceite es nuestra expresión, es nuestra influencia, nunca dejen que les quiten eso y cuando tengamos la oportunidad de expresarla y de influenciar, no solo lo hagan para nosotros [los afroamericanos], háganlo por la raza humana”.
Él sin lugar a dudas lo ha hecho y nos alegra mucho que quiera inspirar a otros a hacer lo mismo.
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