Making a Murderer, la nueva serie de Netflix, cuenta la historia de Steven Avery, un hombre que fue encarcelado en 2005, decisión judicial que para muchos fue injusta.
El documental causó tanta indignación que a solo días de haberse estrenado fue creada una petición en Internet pidiéndole al presidente Barack Obama que perdonara a Avery y a su sobrino Brendan Dassey. Al alcanzar más de 100.000 firmas, la Casa Blanca tuvo que pronunciarse al respecto y explicó a través de un comunicado que el primer mandatario de Estados Unidos no puede perdonar al acusado ya que se le culpa de un delito criminal y no de una ofensa federal.
“La Constitución de Estados Unidos otorga al presidente la facultad de conceder indultos y perdones por delitos en contra de Estados Unidos. El presidente no puede perdonarlos. En este caso se necesitaría un indulto que tendría que ser elaborado por las autoridades competentes a nivel estadal. Aunque este caso está fuera del ámbito de la Administración, el presidente Obama se ha comprometido a restaurar la legitimidad en nuestro sistema de justicia, es por eso que ha concedido 184 conmutaciones más que los últimos cinco presidentes juntos y ha emitido 66 indultos durante su tiempo en el cargo”, concluye el escrito.
Avery fue condenado por un crimen que no cometió en 1985, cumplió condena por 18 años, y luego fue exonerado de todos los cargos que se le imputaban. Al quedar en libertad, Steve amenazó con revelar la corrupción que existía en el sistema judicial estadounidense, mientras esto sucedia se convirtió nuevamente en el principal sospechoso de un asesinato.
Los 10 episodios de Making a Murderer están disponibles en Netflix.
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