Los premios ESPY son el equivalente a los Oscar del mundo de los deportes. Todos los años los atletas más destacados son reconocidos por sus logros en las diferentes disciplinas; es una noche de alfombra roja, de fotos y camaradería donde sólo los mejores están presentes.
La noche del miércoles, más allá de los laureles y trofeos recibidos, fuimos testigo de un acto de unión y liderazgo por parte de atletas de la talla de LeBron James, Dwayen Wade, Carmelo Anthony y Chris Paul. No cabe duda de que, lo que fue una noche de triunfos, se transformó en una jornada de activismo en contra de los problemas raciales y de violencia más intrínsecos que viven los Estados Unidos. Fue un gesto que nos reafirman la importancia y el rol que juegan estos reconocidos atletas en la dinámica social.
James, Wade, Anthony y Paul se unieron en un frente de batalla. Los cuatro jugadores de baloncesto hicieron un llamado a la no violencia, haciendo referencia a la reciente oleada de homicidios y actos violentos acontecidos en el país, incluyendo el tiroteo en Dallas donde murieron cinco oficiales, al igual que la muerte de dos hombres de raza negra y los trágicos hechos ocurridos en Orlando.
Si bien el gran vencedor de la noche fue James, ganador de cinco premios ESPY, incluidos el de Mejor atleta masculino y Mejor jugador de la NBA, el derrotado fue la violencia. Con elocuentes mensajes, los atletas se hicieron escuchar: “Es hora de mirar el espejo y preguntarnos qué estamos haciendo para hacer el cambio, y renunciar a toda violencia”, sentenció James. “Todos tenemos que hacerlo mejor”.
El mensaje es claro, y la importancia de llamarse LeBron James o Dwayen Wade, campeones de NBA, y hablar de problemas tan complejos y marcados en la sociedad estadounidense, confirma el papel estelar de estos destacados atletas en la sociedad.
Las palabras de cada uno de ellos resuenan en la juventud que sigue a sus ídolos de unos de los deportes más practicados en los Estados Unidos. “La urgencia de crear un cambio está en su punto más alto de la historia”, comentó Anthony quien actualmente juega para los New York Knicks.
Casualmente, Paul es sobrino de un agente de policía, por ende, es una situación que le afecta directamente. “Generaciones atrás, leyendas como Jesse Owens, Jackie Robinson, Muhammad Ali, John Carlos, Tommie Smith, Kareem Abdul-Jabbar, Jim Brown, Billie Jean King, Arthur Ashe y muchos otros, establecieron un modelo de lo que los atletas deben liderar”, expresó Paul, jugador de los Clippers de los Ángeles. “Así que optamos por seguir sus pasos”.
Wade, nacido en Chicago, quien anteriormente ha comentado su experiencia de vida en cuanto a discriminación, especialmente durante su niñez y cuando vivía en un ghetto, fue enfático en hacer un llamado a ponerle fin a la problemática: “Esta situación debe terminar. La mentalidad de disparar a matar tiene que acabar. No se puede seguir sin valorar a las personas de raza negra. Y las represalias tienen que acabar también. La interminable violencia de Chicago, Dallas, o ni digamos Orlando, tiene que terminar. Suficiente es suficiente”.
Fue verdaderamente un momento emblemático donde los atletas se convirtieron en activista sociales y se unieron a una causa que afecta a toda la sociedad: la discriminación y el racismo. Bravo por la NBA y todos los atletas que están conscientes del rol y responsabilidad que tienen como agentes de cambio social.
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