¿Cómo describirías a Pilar, tu personaje en ‘Feed the Beast’?
Es una mujer de origen cubano, nacida en los Estados Unidos, lo cual me enorgullece mucho haciendo una parte latina que no sea un estereotipo. Simplemente es un lindo personaje, un lindo ser humano. Cuando leí el guión me llamó mucho la atención porque no me había tocado la oportunidad de hacer un personaje tan complejo y tan especial como es Pilar. Ella es un poco corky, un poco rara, como que no entiende mucho las cosas sociales, pero tiene muy buen corazón y está en la búsqueda del amor. Tiene maneras interesantes de conseguir lo que quiere, que quizá no sean muy correctas moralmente, pero viene de un lugar bueno.
¿Encuentras similitudes entre ella y tú?
Me he dado cuenta que como actriz cualquier personaje que haga siempre va a tener una parte de mí. Pilar y yo somos las dos muy goofball, como que no somos muy agraciadas por así decirlo, pero a la vez ella es súper sazzy. Yo también soy así, y ella se viste súper coqueta y sexy, tiene sentido del humor y creo que yo también tengo mucho de eso. Y está un poquito desprevenida y así anda por la vida, sin darse mucha cuenta de lo que está sucediendo, y a mí me pasa eso…
¿Cómo te sentiste filmando en la ciudad de Nueva York?
Es increíble, siento que tengo mi revancha porque cuando vine a los 18 años era muy pequeña, extrañaba mucho mi país, mi familia. La actuación me daba mucho miedo y volví a Chile a estudiar periodismo primero, y luego de ahí se expandió mi carrera. Conseguí películas y me fui a vivir a Los Ángeles, así que fue muy difícil. Pero ahora estoy feliz, me encanta mi hogar, pero cuando quedé en este papel, tuve cinco días para ubicarme y mover todo acá y buscar departamento, pero venir para acá ha sido increíble. Me siento como Carrie Bradshaw, de Sex and the City, estoy casada pero siento que estos han sido mis meses de ‘single and twenties’ entonces he podido salir a tomar tragos con amigos, ir al parque, al museo, ver una obra. Creo que Nueva York es una ciudad que te da impulso de hacer cosas que no harías normalmente.
¿Crees que con ‘Feed the Beast’ lograste explorar otros géneros más allá del cine de terror donde estamos acostumbrados a verte?
Sí. ‘Feed the Beast’ no tiene nada de terror, es realmente una historia muy triste pero muy real sobre dos chicos intentando armar una familia de cierta manera, y que están muy afectados porque han pasado por cosas muy duras y están intentando sobrevivir. De alguna manera Pilar también ha pasado por cosas muy fuertes y también quiere sobrevivir, así que como yo lo veo, es un show que es como un mosaico de todas estas personas con cosas muy terribles que les ha pasado y se juntan para hacer algo bello que es este restaurante. Para mí es muy lindo tener la posibilidad de saltar del terror a algo tan diferente y poder asentarme como actriz. Además me encanta la televisión y me gusta mucho lo que está sucediendo. Siento que está cambiando el paradigma para las mujeres, para las minorías, y encuentro que estamos en un ambiente que se está fortaleciendo y me enorgullece mucho poder ser parte de una fuerza con más diversidad.
Me imagino que luego de grabar los primeros 10 episodios de la serie ya estás pensando en una posible segunda temporada…
Es tan extraño, porque hay amigos que me han dicho que hicieron series en las que lo pasaron pésimo and the got picked up y tenían que volver aunque no querían. Yo lo único que quiero es que pase, me da lo mismo si la serie está buena o mala porque lo pasé tan bien grabando que quiero que me llamen de nuevo.
¿Tuviste alguna experiencia loca en el set de grabación?
Fue un agrado. Por fin no estaba en la jungla con 100 grados de calor, o cubierta de sangre, o gritando de terror. Eso sí, fue muy intenso emocionalmente, ya que cuando uno filma una película independiente de terror, el tiempo es más corto, son días más largos pero en un mes ya está lista y te vas para la casa. Esto han sido cinco meses de vivir con un personaje. No pasó nada tan loco, o sea la locura más grande fue que tuve que grabar una escena donde comía risotto de mariscos y estaba increíble, pero ya para la toma 10 no me cabía más risotto, les decía, ‘chicos, el vestuario no me va a entrar si sigo comiendo este risotto, así que por favor avancemos’. Esos eran mis problemas.
Luego de hacer tantas películas de terror, nos preguntamos, ¿a qué le tienes miedo?
¡Todo! No puedo ver películas de terror, esto es algo que nadie sabe. Me encanta estar en ellas porque, claro, sale muy orgánico, muy natural. Mi marido y yo queríamos trabajar juntos así que hicimos películas juntos. A él le encanta el terror, todos sabemos, pero yo lo odio, de hecho yo no he visto Hostel, y no la quiero ver nunca porque me cago de miedo. Soy de esas personas que si está oscuro y estoy sola en mi casa me muero de miedo, llamo a mi mamá y la pongo en FaceTime porque no puedo estar sola, me caga. Todo me da miedo a mí, las cosas religiosas, las películas como El Exorcista con el cura y con la cruz, ¡no, no puedo!