Un día después de que los fanáticos del fallecido beisbolista José Fernández tuvieran la oportunidad de despedirse de su ídolo durante una caravana fúnebre, familiares y amigos del lanzador de los Marlins de Miami acudieron a la iglesia St. Brendan, en la ciudad de Miami, donde se realizó una misa de resurrección privada en su memoria.
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Al servicio religioso acudieron allegados del deportista cubano, incluyendo su madre y su abuela, su novia, María Arias, quien está embarazada, Jeffrey Loriael dueño de los Marlins, y el cantante Marc Anthony, quien fue captado por las cámaras durante la transmisión en vivo de la ceremonia.
La misa fue conducida en inglés y español por el sacerdote José Álvarez, quien habló sobre las cualidades del joven, a quien recordó como un inmigrante luchador que nunca olvidó sus raíces y trabajó arduamente para lograr sus objetivos, “demasiado bueno para esta liga de aquí abajo”.
El nativo de Cuba, quien tenía 24 años, perdió la vida cuando viajaba en un bote a alta velocidad en Miami Beach, junto a sus amigos, Emilio Macías, de 27 años; y Eduardo Rivero, de 25, quienes también murieron en el accidente.
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El miércoles 28 de septiembre, sus compañeros de equipo y fanáticos participaron en una procesión que inició en el estadio de los Marlins y finalizó en la iglesia St. Brendan, donde fue velado hasta las 11 de la noche.
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