El personaje Abraham Ford, interpretado por Michael Cudlitz en The Walking Dead, fue la primera víctima que se cobró el malvado Negan (Jeffrey Dean Morgan) durante el estreno de la séptima temporada que sorprendió a millones de televidentes que tuvieron que esperar seis meses para saber quién moriría.
Pero Cudlitz supo del fatal destino de Abraham hace más un año, cuando los productores se lo comunicaron, y así lo reveló durante una rueda de preguntas y respuestas realizada el lunes 24 de octubre.
“Me enteré hace un año y tres meses. Me dijeron que me iban a sacar. Hablaban sobre el final de la sexta temporada y del comienzo de la séptima. No estaban seguros de cómo lo iban a hacer, [el escritor Scott M. Gimple] no estaba seguro sobre cómo quería estructurar la historia para un gran impacto”, explicó el actor según EW.
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“Nuestra mayor incógnita era cómo podíamos mantener este secreto debido a que hay gente por ahí cuyo único trabajo en el mundo es arruinan la experiencia de los televidentes. Tuvieron que equilibrar eso sabiendo que había personas que estaban tratando de conseguir la información afuera y también sabiendo que teníamos algún tipo de ‘filtraciones” en casa”, agregó.
Negan no solo asesinó con su bate de púas al valiente soldado sino también a otro personaje favorito: Glenn (Steven Yeun). Y ambos actores supieron mucho antes que el resto del elenco y los televidentes por supuesto, que se despedirían de la exitosa serie del apocalipsis de zombies.
“Una de las cosas buenas fue que pudimos difundir el rumor de que ni siquiera el elenco sabía lo que iba a suceder y que se enterarían cuando regresaran a filmar la escena de la muertes”, contó Cudlitz, quien comentó que esa escena la filmaron hace poco más de un año, antes del Día de Acción de Gracias.
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“Y dijeron que estaban rehaciendo las negociaciones del contrato de algunos de los actores; todo eso era mentira. Pero lo que nos permitió fue no tener que defender quién estaba muerto u ocultar el muerto durante al menos cinco meses, lo cual fue genial”, expresó el actor de 51 años.
Sin embargo, hubo algunas personas a las que el actor no tuvo otra opción que develar el secreto: su familia. “Le conté a mi esposa porque hubiera sido extraño dormir todos los días en Los Ángeles si se supone que estoy [filmando] en Atlanta. También les dije a mis hijos la pasada primavera y por la misma razón”, contó.
“Aparte de ellos, nadie más sabía. Fue muy difícil mantenerlo en secreto por la logística que eso requiere”, aseguró Cudlitz.
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