“La belleza cuesta” dicho con el que hemos crecido muchas mujeres.
¿Pero cuánto estarías dispuesta a pagar?
Las figuras envidiables y [casi] perfectas de las reinas de belleza y/o súpermodelos no son nada fácil de obtener pues probablemente ni haciendo todo el ejercicio del mundo se alcanzaría un cuerpo así:
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Se sabe que aspirantes a ser reinas de belleza se han sometido a métodos extremos, cirugías y procedimientos que arriesgan su vida con tal de algún día portar una corona que signifique que son las mujeres más hermosas del mundo o hasta del planeta …
¿Quién decide lo que es belleza y lo que no?
En Venezuela Osmel Souza es quien decide si una mujer venezolana es hermosa o no a través del certamen Miss Venezuela.
“La belleza interior no existe, eso fue algo que inventaron las no bonitas para justificarse”, dice Osmel mientras se ríe en una entrevista con The New York Times en 2013.
Agrega: “En las reglas del concurso internacional, las niñas no tienen que ser completamente naturales. Tienen que ser bellas y de dónde venga ese origen, ¡no importa!”
Miss Venezuela se ha coronado siete veces como Miss Universo y seis veces como Miss Mundo así que el “esfuerzo” no ha sido en vano ….
El portal MailOnline recientemente hizo un reportaje sobre los métodos extremos a los que son sometidas las mujeres en Venezuela; país obsesionado con crear reinas de belleza – y a cual describen como una fábrica de bellezas.
Y es que en el informe se da a conocer sobre niñas de tan sólo 12 años quienes se están sometiendo a cirugías, cursos y procedimientos que ponen en riesgo su vida para convertirse en una Miss – el sueño de la mujer venezolana.
Desde implantes de trasero, dietas extremas y peligrosas, acortar sus intestinos para comer menos, inyectarse con hormonas para crecer más y hasta usar yesos para achicar su cintura; todo eso para tener la oportunidad de un día coronarse.
Me pregunto: ¿por qué tenemos el afán de coronar a alguien por ser “hermosa”? ¿Por qué existen instituciones que promueven que la belleza exterior es superior a la interior? ¿Qué pasaría si eliminamos ese certamen? O, cambiar las regulaciones: “No se acepta belleza alterada, sólo belleza natural”.
Tal vez evitaríamos tantos casos de jóvenes quienes sufren de bulimia, anorexia u otro desorden alimenticio porque aspiran a tener ese cuerpazo de una reina.
Por fortuna en Venezuela se empieza a crear consciencia sobre las complicaciones de usar tratamientos estéticos para alterar la belleza.
Una mujer de nombre Mary Perdomo se atrevió a alzar la voz e informar a otras jóvenes sobre los riesgos de inyecciones de biopolímeros.
Antes de que falleciera en 2013, por culpa de estas inyecciones, Perdomo alcanzó a iniciar la fundación “No a los biopolímeros, sí a la vida” donde las mujeres pueden informarse más sobre los riesgos de inyectarte células expansivas y/o silicon.
Como mujer opino que no se vale vivir con la presión de alcanzar los estándares de la belleza y muchos menos se vale que alguien tenga el poder de decidir si eres “bonita” o no …
Recuerda, la belleza no tiene que costar nada, especialmente la vida.
Para más información de la fundación “No a los biopolímeros, sí a la vida” y cómo ayudar, entra aquí.
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