Este domingo 6 de diciembre Amber Heard, esposa de Johnny Depp, emitió un comunicado sobre un caso judicial que sostiene con las autoridades australianas. En el documento, la actriz se declara inocente de los cargos que se le imputan y expresa que luchará en los tribunales de ese país luego de entrar a dicha nación en mayo de 2015 con dos perros que no tenían los permisos requeridos por la ley.
La compañera sentimental del protagonista de Black Mass está siendo acusada por las autoridades australianas de violar las leyes de bioseguridad al haber ingresado a los perritos -dos Yorkshire terriers llamados Boo y Pistol- en un avión privado. La actriz también enfrenta cargos de falsificación de documentos.
“Mientras no se me hace posible comentar sobre asuntos específicos antes de aparecer en corte, quisiera decir que respeto la importancia de las leyes de Australia”, se puede leer en el escrito, “Mi decisión de defenderme ante los cargos, como se verá en el foro del tribunal, no busca de ninguna manera minimizar la importancia de las leyes australianas”, agregó la artista de 29 años.
El suceso ocurrió mientras Depp se encontraba filmando escenas de la quinta entrega de Pirates of the Caribbean cerca de la localidad de Queensland.
Las leyes y regulaciones australianas para la prevención de enfermedades son muy estrictas y el país requiere de permisos, así como un mínimo de 10 días de cuarentena, para cualquier animal que ingrese al territorio. Este caso ganó atención global luego de que los caninos enfrentaran la posibilidad de ser sacrificados. Por suerte, lograron regresar ilesos a Estados Unidos.
El juicio comenzará a principios de 2016. De ser hallada culpable, Heard afronta una pena máxima de 10 años de prisión o una multa de casi 100 mil dólares.
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