Nicole Kidman no se arrepiente de haberse casado con Tom Cruise, aunque la actriz afirmó que durante su relación con el artista enfrentó varios problemas religiosos y matrimoniales. Así lo hizo saber la ganadora del Oscar en una entrevista que sostuvo con el diario The Evening Standard donde habló de lo que aprendió cuando estuvo junto al protagonista de Mission Impossible y cómo aplicó todas esos aprendizajes en la relación que sostiene actualmente con el cantante Keith Urban.
“Tener una segunda oportunidad es bueno”, confesó la intérprete. “Cada persona es diferente. Yo era una bebé cuando me casé con Tom, no me arrepiento de nada, pero por respeto a Keith no hablo de eso”. Lo que aprendió junto a Cruise lo resume en pocas palabras: “Sé lo mejor que puedas ser y piensa en tus niños”. Kidman comparte dos hijos adoptados con el actor, Isabella de 22 años y Connor de 20.
Cruise y Kidman se conocieron en el set de la película Days of Thunder, que se estrenó en 1990, y en la Navidad de ese mismo año se casaron. Ella tenía 23 años y él 28. Luego de diez años juntos, y mucha polémica alrededor de la cienciología, se divorciaron.
En 2012 la actriz también se manifestó sobre su relación con el protagonista de Jack Reacher: “Me casé cuando era muy joven y fue muy rápido, pero no me arrepiento de nada (…) tuve un matrimonio fantástico por mucho tiempo”, sentenció en ese entonces.
En 2006 Kidman se casó con Urban. La pareja tiene dos hijas, Sunday de siete años y Faith que cumplirá cinco este mes.
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