Luego de escuchar sobre la noticia de la muerte de Elizabeth Peña el 14 de octubre, nos conectamos con su co-protagonista de la película “La Bamba” Esai Morales.
Al igual que Peña, Morales entregó una de sus mejores actuaciones en la pantalla grande en un momento donde sólo había pocos latinos representándonos en el mundo del cine. La cinta de 1987 tiene un lugar muy especial en nuestros corazones, no sólo porque logró capturar la historia de Ritchie Valens de una manera brillante, sino también, porque fue una de las más honestas representaciones de familias latinas en una película de gran producción.
Hagamos un flashback a “La Bamba”. ¿Cuál fue tu primera impresión de ella?
Pues, mis primeras impresiones de ella eran desde la secundaria [ambos Peña y Morales fueron a la escuela prestigiosa de Nueva York High School of Performing Arts]. Ella era unos años mayor que yo, aunque me mataría si me escuchara confesar eso. Y esa era la broma. Yo tenía 13 o 14 años y ella estaba ya en sus últimos años de secundaria. Era una mujer hermosa con la cual nunca pensé tener una oportunidad. Escribí en mi página de Facebook que tenía un crush de ella cuando estábamos en la secundaria y te puedes imaginar cómo me sentí cuando me dijeron que haría el papel de Rosie. Dije ‘¡sí!
Es una mujer especial, multifacética, inteligente, y con un sentido del humor único. Siempre la podías escuchar reír. Al pasar de los años, pudimos trabajar juntos otra vez en “Resurrection Blvd” donde la hace de mi ex esposa. Fue emocionante ver su éxito. Era una pionera para nosotros, ella pudo, ella es una de nosotros y nosotros también podemos hacerlo.
Viene de una familia artística, su padre era escritor teatral, ella era parte de la comunidad de teatro en Nueva York, una de las razones por las que la admirábamos. Fue una figura como madre para muchos. Sabía cómo esuchar. Aveces te escuchaba y luego te decía ‘Ok, ya te escuché, entiendo, ahora salgamos porque tenemos que trabajar y poner un show’, y con esas palabras te volvías a enfocar. No es como que pueda decir que eramos mejores amigos, pero cuando nos veíamos era como si no hubiese pasado el tiempo, era ese tipo de relación. Teníamos un lazo artístico.
La última vez que la vi fue en el aniversario número 25 de “La Bamba” en Chicago con Lou [Diamond Phillips], yo y ella y estábamos haciendo como un panel para el screening de la película. Fue muy bonito verlos, era como los viejos tiempos y yo sé que donde quiera que esté, hará reír a la gente. Era más grande que la vida en muchos níveles y me duele saber que no estará aquí para poder hablarle.
Tu relación en “La Bamba” probablemente fue una difícil de hacer en la pantalla grande. ¿Cómo le hicieron, tenían alguna táctica, anécdotas?
Lo chistoso es que como veníamos de la misma escuela, teníamos el mismo idioma artístico, así que ella sabía de dónde yo venía. Yo sabía de dónde venía ella, era como trabajar con tu hermana artística. El hecho de que a mí me gustaba ella y que pude besarla pues fue la cereza en el pastel [risas]. Dios mío, ¿quién podría olvidar esos labios? Tenía tanto fuego dentro de ella. Lo que más amo de ella es que no se dejaba meter a una cajita o que la pusieran en una categoría. Ella no hacía papeles de latinas, ella personificaba a humanos y eso es lo que más amamos de ella.
En “Resurrection Blvd”, ¿cómo era diferente? ¿Notaste su crecimiento como actriz?
Siempre ha tenido un matiz de sensualidad y todo estaba en los detalles. Siempre tenía esa cualidad pero cuando trabajas más te conviertes en más sutil y sofisticada. Ella fluía de la comedia al drama y eso no era fácil. Hubiese sido genial trabajar con ella como mi Primera Dama [su próximo show “The Brink” para HBO, donde Esai la hace de presidente de los Estados Unidos] o cualquier otras sinnúmero de oportunidades, y parte de la tristeza que siento es que esas oportunidades ya no están ahí.
¿Crees que fue una de las actrices latinas subestimadas de su momento?
Ha sido descrita como prolífica y sí trabajó mucho, tenemos que trabajar para sobrevivir pero, ¿subestimada? Absolutamente. Yo me siento igual. Hay mucho más que ofrecer, pero es como que este pueblo no sabe dónde ponernos o qué hacer con nosotros hasta que morimos y el amor se empieza a notar. No sé …. Sólo espero que no tengamos que morir para que el resto del mundo se de cuenta que existimos”.
¿El significado de “La Bamba” te intimidó en algún momento?
Sabíamos que tenía la oportunidad de ser una película trascendente, pero no teníamos idea que sería icónica para tanta gente. Estoy agradecido y privilegiado de haber trabajado junto a ella porque ella trajo su propio carácter. No sólo estaba parada ahí diciendo sus líneas, aportó mucho más a todos sus personajes.
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