(l to r) Dimitri Leonidas, John
Claudette Barius

No solo las grandes piezas de arte europeas desaparecen en la cinta “The Monuments Men,” también la chispa del escritor/director George Clooney. La adaptación de esta historia, escrita por Robert M. Edsel, es sobre hombres encargados de proteger los tesoros de la civilización occidental de ser destruidos en tiempo de guerra. Clooney ha hecho de una historia fascinante a una aburrida y lenta. Con un elenco lleno de estrellas, puede que esta producción supere el ingreso mundial de $75 millones de dólares que recaudó con su previa película (“The Ides of March” en 2011), pero en realidad no es nada extraordinario cuando se considera la filmografía entera de Clooney.

Cuando Clooney empezó como director, era obvio que había aprendido de sus colaboraciones con Steven Soderbergh. Sus primeras dos películas, “Confessions of a Dangerous Mind” (2002) y “Good Night, and Good Luck” (2005) fueron evidencia de que el estudiante tal vez era tan bueno como el maestro …. Aunque muy diferentes en tono, ambas películas eran biografías puestas contra la cortina de una producción en vivo –un mundo en el que Clooney creció. Pero “The Ides of March” y ahora “The Monuments Men” son películas prestigiosas con “grandes” ideas que fueron presentadas con un pulso muy literal. En corto, Clooney empezó como Sodergergh, y en algún momento se convirtió en un “Norman Jewison” de la era de los ochentas.

Entre “Good Night” y “Ides,” Clooney hizo “Leatherheads,” un intento de comedia que fue casi del mismo ritmo de Howard Hawks. En “The Monuments Men,” Clooney parece estar tratando de hacer algo similar al estilo “Hawksian” otra vez.

Clooney tomó el personaje de Frank Stokes, historiador de arte del Museo Fogg, quien crea el programa de Monumentos, Archivos y Artes Finas (MFAA, por sus siglas en ingles). Le época es 1944, un par de semanas después de que soldados Aliados hayan destruido una abadía del quinto siglo en Monte Cassino, Italia porque pensaban que era propiedad de los Nazis, a pesar de que un comunicado presidencial haya pedido que lugares artísticos no fueran bombardeados.

La única solución propuesta por Stokes es crear un grupo de expertos en arte para que viajen a las áreas de combate y aconsejen a soldados. Mientras también tratar de recuperar miles de obras de arte que fueron robadas por los Nazis. Muchas de ellas colecciones privadas de Judíos con destino al museo de Hitler en su ciudad, Linz.

Así, Stokes empieza a reclutar a su equipo. Experto en la restauración de arte, James Granger (Matt Damon); arquitecto de Chicago, Richard Campbell (Bill Murray); escultor, Walter Garfield (John Goodman); empresario teatral, Preston Savitz (Bob Balaban); deshonrado director de museo -quien está en búsqueda de una segunda oportunidad (Hugh Bonneville) y ex -instructor de pintura en Ecole de Beaux-Arts de Paris (Jean Dujardin).

Todos ya a edad media y fuera de forma, se presentan para entrenamiento en Inglaterra, pero recordemos que han sido reclutados por su inteligencia y no por su físico.

Por todo lo que se habla de que arte ha sido la fundación de la civilización y sermones, una de las curiosidades de “The Monuments Men” es que en realidad muy pocas piezas de arte se ven en la pantalla. La mayoría del tiempo, los “héroes” viajan con solo dos obras de arte, una de Michelangelo y otra de Jan van Eyck. Ambas capturadas por los Alemanes durante la guerra.

Los mismos hombres del MFAA son muy mal representados. No son como en la historia de Edsel donde los personajes son relucientes. También se quedó atrás el gran campo de guerra donde discutían los hombres “Monuments” y los soldados sobre el valor de la vida y arte. Se reemplazó con escenas donde uno de los mismos hombres “Monuments” sacrifica su vida por salvar una de las piezas. (En realidad, un par de hombres del MFAA perdieron la vida pero no de manera tan dramática.)

Clooney es una versión más bronceada de un personaje que hizo en la película “Three Kings”. El personaje de Damon es muy relajado cuando supuestamente se pasa los días arreglando piezas de arte que se están deteriorando. Su acento es muy malo así como el de Cate Blanchett, quien hace el papel de Claire Simone asistente de un museo en Paris. Ella sabe más sobre arte de lo que revela por miedo a que los Americanos se lo roben. (El personaje de Blanchett está basado en Rose Valland, sus memorias fueron inspiración para la película de John Frankenhiemer, una de las mejores películas de acción de los años sesenta.)

Los personajes de Murray y Balaban tienen buenísima química en la pantalla. Uno de los mejores momentos de la película es cuando Murray recibe una grabación de uno de sus nietos cantando “Have Yourself a Merry Little Christmas” y Clooney sostiene la cara del emotivo actor mientras Balaban toca la grabación para él.

Los “Monument Men” reales eran hombres con pasión y garra. Algo que no fue ejecutado en la película de Clooney y Heslov.

La película nunca tuvo vida y es una gran desilusión ya que Clooney es un hombre con buen gusto e inteligente. Fue el único en Hollywood que pudo hacer este proyecto.

Al final, las piezas de arte fueron recuperadas pero la película en sí, nunca lo fue.

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