Noches sin dormir, pasiones viscerales, violencia sin sentido, y los cuerpos jóvenes fuera de control moviéndose al ritmo incesante de la música. En este lugar el exceso reina y la razón no tiene lugar. Esta es la mejor manera de describir el mundo al que se es transportado en la nueva película de Carlos Moreno Que Viva la Música!, inspirada en la novela de Andes Caicedo, un texto de culto para la juventud colombiana a finales de los años 70’s.
Siguiendo los pasos de la exuberante Maria del Carmen (Paulina Dávila) por Cali y sus contrastes, Moreno nos muestra los barrios bajos bañados de la candente salsa de Richie Ray, y la opulencia banal de las fiestas regidas por las drogas y el rock and roll, La perdición es intoxicante e incorregible. Para esta generación sin destino ni rumbo la único forma de rebelión es la indiferencia.
La película tuvo su premier mundial en el festival de cine de Sundance en enero como parte de la sección New Frontier y luego de este evento tuvimos la oportunidad de platicar con el cineasta Carlos Moreno acerca de los inevitables retos para lograr una cinta tan rica visualmente y que proyectara la esencia de la novela original.
Variety Latino: Platícanos de cómo te involucraste en este proyecto y del proceso para escribir el guión inspirado en una novela tan compleja.
Carlos Moreno: Con Que Viva la Música, Rodrigo Guerrero (el productor) fue el conspirador principal para que la película se hiciera. Las primeras versiones del guión que se trabajaron fueron las de Alberto Ferreras y en ese momento yo todavía no había entrado como director. Rodrigo me invito a dirigir ya que había varias versiones del guión. Yo la leí y me llamo mucho la atención por que yo la novela la conozco desde que estaba en colegio. Fue una novela un poco censurada, era difícil de conseguir. Si hoy en día es considerada de culto, en ese entonces aún más. En general la obra de Andrés Caicedo que leí me resultaba impactante sobre todo por que hablaba de las calles que yo conocía, incluso de personas que había oído mencionar, de lugares de mi ciudad o de mi barrio, pero en otro tono que hablaba de drogas, de sexo, de violencia. Rodrigo y yo ya habíamos trabajado juntos en “Perro Come Perro,” y cuando me entere que tenía los derechos de este libro pensé que sería algo muy difícil de hacer puesto que es un universo muy complejo.
Variety Latino: ¿En el guión estaba ya contemplada la fragmentación o el estilo visual con el que tu dirigiste la película?
Carlos Moreno: Sí estaba contemplado, pero creo que esta es la única película que yo he hecho en la que adoptamos este estilo en el cual la íbamos construyendo a medida que se va haciendo. Todas las películas que he rodado excepto esta, han sido como muy precisas en la forma en que están armadas. Pero aquí en la mayoría de escenas, con excepción de la escena de la hongos, los actores tuvieron mucha libertad. El trabajo de arte y el trabajo de fotografía estaba abierto a que la escena fuera muy libre para los personajes.
Variety Latino: La fotografía es colorida, viva y energética. ¿Cómo abordaste estas características con tu director de fotografía? ¿Qué tan difícil fue lograr este estilo visual?
Carlos Moreno: Yo esencialmente le dije a Juan Carlos Gil, el director de fotografía, que lo que más nos iba a costar en esta película era que los sets fueran sets completos en los que los actores pudieran sentirse en libertar de ubicarse donde quisieran o donde percibieran que la escena podía cumplirse. Fue un trabajo muy intenso pero finalmente Juan Carlos consiguió darle esa factura. Nosotros queríamos diferenciar un poco las etapas de la chica: su vida burguesa contra su vida popular o el mundo de la salsa contra el mundo del rock. Queríamos diferenciar las dos con detalles de fotografía y detalles de diseño arte, Juan Carlos lo consiguió trabajando la cámara de manera diferente y liberandola un poco hacia final. Creo que eso, juntó con el tipo de óptica que cambió a medida que el relato iba cambiando o a medida que el personaje iba haciendo un recorrido por la ciudad, dio una sensación fotográfica que es muy importante y muy potente sin que sea exagerada.
Variety Latino: Evidentemente la música es esencial en esta historia y va dictando lo que le ocurre a esta chica. ¿En que te basaste para decidir que canciones o ritmos utilizar?
Carlos Moreno: La novela al final incluye un playlist. Por momentos está novela parece ser una oda a los Rolling Stones y a Richie Ray. Yo esencialmente quería tener la música de ambos. Quería tener una canción de los Rolling Stones, Moonlight Mile, pero no fue posible por que en la negociación final nos pedían $600,000. Esa cantidad, para una película colombiana, es algo que no se puede pagar. Todo este trabajo lo estábamos haciendo con el supervisor musical y ella me dijo, “Los Rolling Stones no los podemos pagar, pero hay música de la época que está muy bien y que corresponde con el espíritu de lo que se quiere contar en términos de rock.
Variety Latino: En la película se aprecia a Cali como una ciudad llena de excesos y con una juventud perdida en estos mismo. ¿Esa era la visión de Andrés Caicedo en la novela?
Carlos Moreno: Cuando se publico la novela en los 70’s, Cali estaba empezando a ser una ciudad muy importante y una ciudad muy prospera. Cuando vino el narcotráfico, Cali se convirtió en otra cosa , en lo que es hoy. De alguna manera la novela es como premonitoria y anuncia que la famosa juventud que se supone que es la que va a mantener esa ciudad tan bella realmente esta bocada al desastre. Siento que cuando uno es joven uno no le teme al exceso, uno se siente inmortal, y el manifiesto de Andrés Caicedo es ese, vivir intensamente. En frases de novelas y cuentos habla de vivir al tope, de poner a prueba todos los limites sexuales, todos los limites físicos y sociales. Esta chica es casi un fantasía que no sufre consecuencias.
Variety Latino: Además de todos los temas que a la cinta aborda, también trata de una desigualdad económica y social ente la burguesía y la clase obrera.
Carlos Moreno: Cali, así como toda Colombia, y buena parte de Latinoamérica, tiene una minoría que es privilegiada. María del Carmen renuncia a esa vida privilegiada, cuestiona esa clase privilegiada, y prefiere pasar por los arrabales. La novela se burla de la pretensión de la clase media a ser privilegiada. La chica y el autor ambos abandonan la triste burguesía de Cali. Ten en cuenta que Andrés Caicedo pertenecía a una familia privilegiada así que de alguna manera si es un manifiesto.
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