La película Me and Earl and the Dying Girl, dirigida por el director mexico-americano Alfonso Gómez-Rejón, fue la gran ganadora del más reciente festival de Sundance llevándose a casa el premio del jurado y también el galardón que otorga la audiencia. El filme, basado en una novela del mismo nombre, escrita por Jesse Andrews, cuenta la historia de Greg, un adolescente aficionado al cine quien es obligado por su madre a pasar tiempo con Rachel, una compañera de escuela que padece de cáncer. Los críticos han catalogado la película como ingeniosa, divertida, y conmovedora. El proyecto fue muy personal para el director originario de Laredo, Texas, ya que está dedicada a su padre quien falleció poco antes de comenzar el rodaje.
El ascenso de Gómez-Rejón está apenas comenzando, y hasta se la visto codeándose con grandes directores como Martin Scorsese y Alejandro Gonzalez Iñárritu. Tuvimos la oportunidad de platicar con este interesante cineasta para saber todo sobre su nueva cinta y su futuro en el mundo de Hollywood.
– Tu primer largometraje fue de terror. Me and Earl and the Dying Girl es completamente diferente. ¿Cómo diste este salto?
-Gómez-Rejón: Hice la película de terror [The Town That Dreaded Sundown] porque me encantaba la idea de un pueblo que ha sido marcado por un filme. La gente no la vio y eso me lastimó, como director piensas que quizás esa sea tu última oportunidad. Cuando esta nueva cinta apareció la traté como si fuera mi última película y puse todo mi corazón en ella. Fue el momento de hacer una cinta para mi padre. También quería celebrar a mis héroes, los directores que siempre he admirado y los mentores que he tenido.
– ¿Cuándo te diste cuenta que querías ser director?
– Gómez-Rejón: Desde que tenía 10 años. Pensé que asistiría a la Universidad de Nueva York, que haría un largometraje y después iría a Hollywood. Pensé que así funcionaban las cosas [Risas]. La realidad es que fueron muchos años como asistente de producción. Finalmente, llegué a trabajar con Martin Scorsese. Él fue la razón por la que decidí mudarme a Nueva York, quería ir a la escuela donde él estudio. Nora Ephron me dio mi primera oportunidad, fui su asistente en una película y luego ella forzó a Paramount Pictures a que me contrataran como su director de segunda unidad para Lucky Numbers. Después de eso seguí trabajando en películas como Babel y eventualmente me dieron la oportunidad de dirigir televisión.
– ¿Cómo lograste transformar el guión en una película visualmente innovadora y al mismo tiempo conservar la idea original del autor?
– Gómez-Rejón: El guión estaba en excelentes condiciones, se trataba de reducirlo a un tamaño que pudiéramos filmar con nuestro presupuesto. Tuve que pensar en las cosas que teníamos que resumir sin perder la integridad de la obra. El escritor, Jesse Andrews, y yo fuimos socios en este proceso, él estaba diariamente en el set. Todos los que participaron dieron su corazón. Es una historia que está muy cerca de ser sentimental y de ser una comedia, así que teníamos que encontrar el balance para que la audiencia supiera lo que queríamos decir sin tratar de ser demasiado chistosos.
– Platícanos de los cortometrajes que los personajes de Greg y Earl crean en la cinta rindiéndole homenaje a directores famosos.
– Gómez-Rejón: Algunos están en la novela, otros estaban en la primera versión del guión, pero yo quería hacer referencia a mis héroes, mis ídolos, y aunque algunos ya estaban ahí, decidimos incluir más. Necesitábamos escenas que fueran económicas, que pudiéramos filmar rápido, sin dinero, y que dieran la impresión que fueron hechas por dos chicos de 17 años. Edward Bursch y Nathan O. Marsh me ayudaron a crearlos. Trabajamos juntos en las referencias, después Jesse escribía los títulos chistosos, y ellos iban al departamento de vestuario para encontrar ropa apropiada. Tenía que ser una vestimenta que los chicos pudieran haber robado del closet de la mamá o del papá de Greg.
– ¿Cuéntame un poco del diseño de producción de la película?
– Gómez-Rejón: Jerry Sullivan fue el diseñador de producción, los dos pósters en el cuarto de Greg son dos de mis películas favoritas Mean Streets y The 400 Blows. Por ejemplo, para captar la atmósfera de la preparatoria, que había cerrado 5 años antes, obtuvimos permiso de filmar en la escuela que se ve en el film justo antes de que la convirtieran en un complejo de apartamentos de lujo. Los espacios se ven hermosos en la película, pero cuando llegamos parecía Chernobyl.
– Existen muchísimas historias de adolescentes transformándose en adultos. ¿Qué te pareció especial de esta?
– Gómez-Rejón: Pensé que podría usarla para contar una historia personal. Me encantan las películas de John Hughes. The Breakfast Club es una obra maestra. Creí que podía hacer una película que perteneciera a esa tradición, pero también una en la que pudiera adentrarme y hacer un trabajo personal sin exponerme, escondiéndome dentro del personaje de Greg acompañándolo en este viaje.
– ¿Cómo trabajaste con tus actores para obtener las interpretaciones que vemos en pantalla?
– Gómez-Rejón: Son brillantes, increíblemente honestos, y entendieron muy bien los papeles. Thomas y Olivia audicionaron durante muchos meses. Cuando filmamos ya estábamos familiarizados con el material. Quería encontrar una manera divertida de capturar las escenas de forma fresca y chistosa. A veces eso significa no mover la cámara en absoluto y darle más espacio a los actores. Se debe tratar a un elenco juvenil de la misma manera que tratarías a una leyenda de 80 años, cada uno tiene sus propias necesidades. Se trata de ser intuitivo con lo que necesitan.
– ¿Te gusta realizar muchos ensayos o prefieres la espontaneidad?
– Gómez-Rejón: Algunas de las partes cómicas, especialmente la primera secuencia, fueron estrictamente diseñadas y no se podía improvisar. Conforme avanza la trama el estilo se relaja un poco más.
– ¿Cómo surgió la idea de utilizar la técnica del stop motion?
Gómez-Rejón: Edward Bursch y Nathan O. Marsh hicieron esa maravillosa secuencia de animación al principio de la película. Empezó como un experimento. Yo estaba en el cuarto de edición cuando las estaban creando. Cuando vi la animación por primera daba la impresión que podía haber sido hecha por dos adolescentes. Se ven los errores, las manos entrando y saliendo de la escena, y me encantó. En ese momento decidimos también usar esta técnica para la primera secuencia que habla del hombre afortunado y del desafortunado, y que incluye a la chica de la banda Pussy Riot. Todo eso se suponía que tendría que ser real, pero no tuvimos tiempo.
– Una de las escenas más conmovedoras de la película se desarrolla entre Rachel y Greg cuando ambos están en el hospital. ¿Qué tan difícil fue llevarla a cabo?
– Gómez-Rejón: Para esa escena tenía storyboards muy detallados pero cuando llegué al set la escena se sentía forzada. Me di cuenta que tenía que documentar ese momento de una manera simple. Utilicé una steadicam haciendo un movimiento hacia arriba para la mayor parte de la escena. Fue la decisión perfecta. Parece que todo flota como si fuera un recuerdo. Mi instrucción al camarógrafo fue “quédate lo más quieto que puedas por cinco minutos”. Obviamente aún así hay un poco de movimiento y la luz empieza a jugar con las caras de los actores. Esa secuencia fue la última que filmamos. Fue entre las 6 y 7am, y cuando terminamos brindamos con champaña y todos estábamos llorando.
– La conexión con tu padre es algo que está muy presente en la película.
– Gómez-Rejón: Fue mi mejor amigo, la persona más chistosa del mundo. La razón por la que quería hacer esta película fue para expresar mi gran amor por él. No pensaba dedicársela directamente durante los créditos, era un secreto personal, pero después mis productores me alentaron a hacerlo.
– ¿Te esperabas ese cálido recibimiento en Sundance?
– Gómez-Rejón: Nunca. Lo único que hice antes del estreno era ver los errores: la música, las imágenes, los efectos. Pierdes cierta distancia con otras cosas cuando estás trabajando en algo así. Me dejé llevar por la película durante la premier, toda la gente a mi alrededor me decía que disfrutara ese momento. Estaba sentado junto a mi mamá. La dedicatoria para mi padre en los créditos fue una sorpresa para ella y para mi hermana. Cuando vi como reaccionó la gente supe que conectaron con la cinta.
Me and Earl and the Dying Girl se estrena en cines este viernes 12 de Junio
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