Razón tenía el gran político italiano Nicolás Maquiavelo al decir, “cuando se hace daño a otro es menester hacérselo de tal manera que le sea imposible vengarse”. Y sin duda que la actriz Alicia Machado, finalmente le tocó su turno. Y lo ha hecho no solo con inteligencia, sino a lo grande.
Como dicen, el que ríe de último ríe mejor. Porque finalmente, la ex Miss Universo, ha conseguido salir airosa de la batalla campal contra las humillaciones recibidas por parte del candidato presidencial Donald Trump.
Mucho se habló del primer debate entre Hillary Clinton y Trump. Las teorías de lo que podría pasar estaban a la orden del día. Expertos, analistas, y todo aquel personaje relacionado con el acontecer político compartieron sus opiniones. Pero a pesar de los cálculos, las sorpresas le dieron a esta historia un giro insospechado.
Clinton, así como si nada, lanzó una de los más poderosos argumentos contra Trump, y aprovechó de su bien documentado historial de comentarios misóginos para sacarlo de sus casillas. Y es así como la candidata la sacó de home run y logró sumar una importante victoria. No solo porque reivindicó a todas las mujeres, incluyendo a Machado, sino por lo que este momento representó para la comunidad y voto hispano, todo un espaldarazo. ¿Quién se iba a imaginar que una de las Miss Universos más mediáticas, exitosas y populares iba a ser mencionada en el histórico evento de la política estadounidense?
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“Este es un hombre que ha llamado a las mujeres cerdas, perezosas y perras, y alguien que ha dicho que el embarazo es un inconveniente para los empleadores, que ha dicho que las mujeres no merecen igualdad de salario a menos que hagan un trabajo tan bien como el de los hombres”, dijo Clinton. Y de ahí vino lo que nadie se esperaba. La referencia a Machado fue tan bien planificada, que Trump no pudo reaccionar debidamente.
Es una jugada no solo maestra, sino una que traerá muchos dividendos a la causa Clinton. Pero sobretodo, un momento totalmente de gloria para una mujer que por más de 20 años ha esperado pacientemente su momento de cobrarse las vicisitudes vividas bajo la tutela de Trump, quien la llamó “Miss Piggy” (Miss Cerdita) y “Miss Housekeeping” (Miss Ama de Casa) por ser simplemente latina. Y en realidad, qué mejor ocasión que hacerlo sino durante el actual proceso electoral.
La venezolana, ahora nacionalizada estadounidense, ha denunciado en repetidas ocasiones y en los medios más importantes estadounidenses, el trato recibido por el magnate durante su reinado. Y ahora con todas las de la ley, Machado está preparada para continuar su misión de evitar, a toda costa que el magnate se convierta en el próximo presidente de los Estados Unidos.
Por tal razón, la actriz se ha convertido en una promotora activa de la candidatura de Clinton. En junio de este año, Machado estuvo presente en una rueda de prensa junto a Dolores Huerta, explicando el por qué se convirtió en ciudadana de los Estados Unidos. “Él es un peligro para este hermoso país, el cual amo, y siento la obligación de protegerlo de hombres como Donald Trump, en nombre de mi hija, en nombre de las mujeres, las madres, y de todas las latinas como yo. Él es una amenaza para democracia”.
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Parece que Trump no aprendió la lección, y justo un día después del debate, en una entrevista con el programa Fox and Friend, volvió a hacer referencia al sobrepeso de Machado. También la catalogó como la peor Miss Universo que tuvieron. “La peor. Absolutamente la peor, ella era imposible”, recalcó.
¿Quién lo diría que los golpes más duros recibidos por Trump vienen de la mano de dos inmigrantes? Una latina nacida en Venezuela, Machado y un musulmán de descendencia pakistaní, el Capitán Humayun Khan. Vaya destino. Las ironías de la vida…
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