Las últimas semanas han estado muy movidas, sobre todo, en lo que respecta a la carrera presidencial de los Estados Unidos. Donald Trump continúa acaparando la atención de todos, y entre controversias, parece que la pugna va dirigida a muchos de los medios de comunicación que reseñan sus historias.
Pero el candidato republicano no está solo en todo esto. También tenemos a su esposa, Melania Trump, tomando acciones en pro de proteger su imagen y reputación. En muchos casos, las historias publicadas por medios como The New York Times, Daily Mail, Buzzfeed, y más recientemente, People, han sido públicamente negadas por ambos, y a cambio, tenemos todo un entramado legal que podría complicar el panorama camino a las elecciones.
Existen diferentes teorías, y más allá de juzgar si éstas son verdad o no, lo importante aquí es que los Trump son una de las parejas más mediática de los Estados Unidos. Historia tras historia, no pasa un día sin que se le dé cobertura, buena o mala, pero cobertura a la final. Y a medida que se acerca la fecha de las elecciones, las mismas parecen multiplicarse.
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Justamente en su más reciente mitin, celebrado en West Palm Beach, Florida, Trump le salió al paso a las recientes acusaciones de asalto sexual que han decorado muchos de los medios impresos y digitales, comentando, “todas estas alegaciones son fabricadas. Son pura ficción y mentiras absolutas. Estos hechos nunca sucedieron”.
Por el otro lado, Melania está muy molesta con la historia publicada por People sobre Natasha Stoynoff, quien acusó al magnate de haberla besado a la fuerza en 2005. En el artículo se asegura que la señora Trump estaba presente en otra habitación de la casa de Mar-a-Largo, donde supuestamente el magnate de los bienes y raíces atacó a la reportera, y hasta le dijo que iban a tener un romance.
Según los abogados de la pareja, si el medio no se retracta, tomarán acciones legales. Pero todo parece indicar que People no cederá ante tal pedido. Ya que su editor en jefe, Jess Cagle, publicó un artículo donde defiende el testimonio de Stoynoff en People.com: “Sra. Stoynoff es una mujer extraordinaria, ética, honesta y patriótica, y ha compartido su historia de ser atacada físicamente por Donald Trump en 2005 porque ella sentía que era su deber de darlo a conocer al público”.
The New York Times y Buzzfeed también les han dado cobertura a otras historias exclusivas de abuso sexual. Pero en particular, Trump le tiene el ojo puesto al The Times. Recordemos que, la semana pasada, publicaron dos artículos de acusaciones de agresión sexual. Igualmente, en mayo, otro similar fue presentado con los testimonios de varias mujeres que fueron víctimas de contactos inapropiados por parte del candidato republicano.
La respuesta ha sido inmediata, ya que Trump dijo que se está preparando actualmente una demanda contra el periódico. “The New York Times está luchando desesperadamente por su relevancia y su supervivencia financiera”, dijo Trump. Igualmente, su equipo de campaña exigió una retractación del periódico. Pero al igual que People, The Times respondió al pedido del candidato alegando que los reporteros “trabajaron diligentemente para confirmar las cuentas de las mujeres”, e “Hicimos lo que la ley permite; publicamos información de interés periodístico sobre un tema de gran preocupación pública”.
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La batalla de Trump contra los medios ha sido una variable recurrente durante toda su campaña. Es indiscutible, que la pareja es altamente mediática y todos parecen estar interesados en lo que ambos hacen o dicen. A medida que nos acercamos a la recta final de esta campaña, la relación entre medios de comunicación y Trump parece resquebrajarse, mientras que las historias en los medios parecen multiplicarse. Todavía queda camino por recorrer…
Los medios han usado a Donald Trump de la misma forma que el acostumbra a usar a sus contratistas (sin pagarles por sus servicios) y ahora lo están despidiendo de la misma manera como el despide a sus contratistas (con una patada en el trasero) cuando ya no los necesita. En otras palabras, los medios hicieron una fortuna con Trump, a cambio de nada. Y eso es lo que lo tiene molesto.