¿Qué tienen en común Bryan Adams, Bruce Springsteen, Ringo Starr, Boston y Pearl Jam? Estos son solo algunos de los artistas que han cancelado sus presentaciones en Carolina del Norte y en Misisipi como una forma de protesta en contra de las leyes anti LGBT que se han aprobado en esos estados. La primera obliga a mujeres y hombres a usar los baños que les corresponda, tanto en edificios gubernamentales como en escuelas, según su sexo biológico. La segunda es la ley de Libertad Religiosa que permite a negocios, individuos y organizaciones religiosas negar sus servicios a los miembros de esta comunidad.
Desde que ambas leyes fueron aprobadas, muchos sectores del mundo del entretenimiento, de la sociedad civil y del mundo empresarial se han manifestado en contra de las mismas. Por ejemplo, compañías como PepsiCo, Inc. –la cual tiene sus raíces en Carolina del Norte desde 1890–, Hewlett Packard, Qualcomm y EMC Corp. han hecho público su repudio en contra de estas legislaciones, y todas han exhortados a los gobernadores a considerar la anulación de las mismas.
Desde entonces, muchos han sido los artistas que han expresado públicamente su descontento, pero más allá de alzar su voz, diversas fueron las acciones tomadas por algunas figuras representativas de la industria musical.
“¡No solo hablar, sino actuar!”, eso fue precisamente lo que el legendario músico y cantante Bryan Adams escribió a través de sus redes sociales sobre esta ley que considera incomprensible. El artista señaló que no puede presentarse en un estado donde a un grupo de personas se les niega sus derechos solo por su orientación sexual. Concretamente, el cantante espera que el estado de Misisipi rectifique su decisión.
Resulta muy interesante ver cómo estos artistas sienten verdaderamente su compromiso y responsabilidad de figuras públicas al sacrificar su trabajo -y sus ganancias- por defender los derechos civiles de todos los ciudadanos, porque ultimadamente, esto es un asunto que compete a la sociedad en general. Muy bien lo dijo la banda Boston, por medio de su vocalista, Tom Scholz, quien a través de la cuenta de Facebook del grupo se disculpó con los fans que compraron boletos para su presentación en Carolina del Norte, añadiendo que “ojalá todos los sacrificios que estamos haciendo inspiren a la gente a hacer lo correcto en el futuro”.
Starr, el ex Beatle, no se quedó atrás, y también decidió apoyar a sus colegas y suspender su concierto en la cuidad de Cary (Carolina del Norte). Al igual que la gran mayoría de los famosos, el músico utilizó su cuenta de Facebook para anunciar esta decisión, “Lamento decepcionar a mis seguidores en la zona, pero necesitamos tomar partido frente a este odio y propagar paz y amor”, fue el mensaje del famoso ex baterista de los cuatro fabulosos de Liverpool.
Es admirable el activismo de estos famosos, los cuales, a pesar de defraudar a sus seguidores, ponen la lucha por los derechos de todos antes que la música. Así lo confirmó el legendario cantante Bruce Springsteen, “Algunas cosas son más importantes que un show de rock, y esta lucha en contra del prejuicio y la intolerancia es una de ellas”. En cuanto a la suspensión del concierto también añadió, “es el arma más potente que tengo para levantar mi voz en oposición a una medida impulsada por aquellos que quieren ir para atrás en vez de hacia adelante”.
Los últimos en unirse a este grupo de músicos famosos fueron los integrantes de la banda Pearl Jam, quienes, no solo cancelaron su concierto, sino que también decidieron donar dinero para la campaña contra la ley anti-LGBT, y ya se han puesto en contacto con grupos de activistas locales.
¿Qué nos dice todo esto? Sin duda el mundo de la música está proactivo, y públicamente en contra de estas leyes que afectan los derechos civiles de todos. Los artistas pasaron de la retórica a la acción. Un ejemplo del uso de la influencia y estatus público para promover un tema de mucho impacto social.
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