Foto de Selena Gómez y Orlando
Instagram

No hace mucho, veíamos como los famosos se entablaban en disputas públicas y legales con los paparazzi y tabloides. Una foto comprometedora de una celebridad tenía un gran valor para las publicaciones tradicionales, eran codiciadas y muy bien remuneradas. También existía un cierto lapso de tiempo, donde todas las partes (medios,paparazzi, celebridades, entre otros) podían negociar la publicación de la foto en cuestión. Era la era de Paris Hilton junto con los primeros pasos de las Kardashian.

Si bien esto continúa sucediendo, los escándalos de este tipo han disminuido su presencia en los medios de comunicación tradicionales como revistas. No es que las celebridades se están portando mejor, o que ahora los paparazzi sean tiernos corderitos. ¡En lo absoluto! Resulta que el Internet, y todo lo que se deriva de este, es el responsable de que fotos que antes eran codiciadas por las publicaciones de farándula y entretenimiento tradicionales, ahora estén perdiendo la batalla con el mundo digital y tecnológico.

Estamos seguros de que muchas personalidades de alto perfil añoran aquellos días donde las metidas de pata podían fácilmente evitarse antes de la tragedia final. Pero todo eso quedó en el pasado y el rol que hoy en día juega el internet ha cambiado significativamente la manera en como los famosos tienen que lidiar con la inmediatez de la información, y con el hecho de que ya cualquier persona común y corriente puede ser el “paparazzi” que capta y publica la próxima foto comprometedora, algo que, en algunos casos, puede llegar a perjudicar la carrera y/o vida personal de una celebridad.

Como bien dice el dicho, el tiempo es oro, y la rapidez con que se comparten las noticias o una simple foto trae consigo todo tipo de riesgos. Por eso, ahora más que nunca los famosos tienen que estar atentos porque cuentan con menos tiempo de reaccionar. A tal punto que ahora éstos tienen que temerle más al internet que a los propios tabloides.

Las reglas han cambiado; las redes sociales y los teléfonos inteligentes son las nuevas amenazas para las celebridades. En pocas palabras, las fotos tradicionales están devaluadas. En un artículo publicado por la BBC hace algunos años, la entonces editora en jefe del popular sitio web PopSugar, Molly Goodson, afirmó: “En un mundo hiperconectado donde todos llevan una cámara, el ver a un famoso no tiene tanto valor como antes”.

Si el Internet va a acabar o no con los paparazzi o si va a reducir el valor de su trabajo no es el punto en cuestión. En realidad, el problema es más complejo para las celebridades. ¿Cuántos matrimonios hemos visto terminar porque alguien vio algo y decidió publicarlo en las redes?

¡Cómo olvidar, por ejemplo, el famoso caso de Kristen Stewart con el director de Rupert Sanders! Todo un escándalo, principalmente porque Sanders estaba casado. Y solo bastó con un par de fotos publicadas en TMZ.com para que la historia tomara proporciones astronómicas. Más recientemente está el caso del actor británico y novio de Katy PerryOrlando Bloom, quien aparece en actitud muy cariñosa con la cantante Selena Gómez en unas fotografías publicadas por el mismo sitio web. La misma historia: unas cuantas imágenes delatadoras y ¡a correr publicistas!

Y así nos enterábamos a diario de las desventuras de muchos famosos a través de las redes. La lista es realmente extensa, porque al final del día, las celebridades son personas de carne y hueso, con sus defectos y virtudes, si no pregúntenle a Arnold Schwarzenegger, a Tiger Wood o al mismo Ben Affleck, todos protagonistas de escándalos que se han convertido en mediáticos gracias al poder del Internet. El Internet ha anulado en gran medida la privacidad de los famosos, y ahora más que nunca tienen que cuidarse de lo que dicen o hacen.

 

 

 

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