Lo ocurrido a Kanye West el pasado lunes 21 de noviembre no es un episodio ajeno a la realidad que viven algunos famosos en Hollywood. Una fuente cercana al rapero le dijo a Billboard que West sufre de una psicosis temporal debido al agotamiento y privación del sueño.
La hospitalización de West ocurrió a solo unas horas de haberse confirmado que Saint Pablo Tour había sido cancelado – con aún 20 presentaciones programadas. Esto es sin duda significa el punto de quiebre del rapero, quien ya venía dando señales de un comportamiento errático en cuanto a comentarios y actuaciones.
Por ejemplo, la noche del sábado, durante su concierto en Sacramento, el rapero habló y descargó a todo el mundo: Jay Z, Beyoncé, Google, Barack Obama, Hillary Clinton, los medios de comunicación y luego abandonó el mismo, después de media hora de presentación. Y para también crear una mayor atención mediática, el esposo de Kim Kardashian, se llevó los abucheos de sus fanáticos cuando, en un concierto en San José, dijo que si hubiera votado en las recientes elecciones presidenciales, lo habría hecho por Donald Trump.
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La realidad es que West pasa por momentos muy duros. Sin buscar polemizar, este es un tema muy delicado de manejar ya que los episodio de psicosis, los trastornos o las enfermedades mentales han sido muy controversiales entre los famosos. Algunos optan por hacerle frente públicamente, y otros, prefieren lidiar con las mismas de manera más personal.
No sabemos a ciencia cierta la magnitud del episodio sufrido por el rapero. Tampoco vamos a lucubrar ni somos expertos en estos temas, pero lo que si es cierto es que una realidad no solo en Hollywood sino también en los Estados Unidos. El 26% de los estadounidenses mayores de 18 años sufren de algún tipo de trastorno mental diagnosticable. Es por eso que para nada es de extrañar que la salud mental es una prioridad creciente para la persona promedio y también para muchos artistas en Hollywood.
Tal vez sea la razón por la cual cada vez más y más famosos deciden contar sus historias. Crear conciencia sobre los trastornos mentales es tan importante como cualquier otra causa. Por muchos años Hollywood ha tenido que luchar contra el estigma de las enfermedades mentales. Pero cada vez vemos más artistas prestando su imagen para tal fin.
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La actriz Catherine Zeta Jones ha sido una de las famosas que ha batallado públicamente con su trastorno de bipolaridad II. La actriz de 46 años fue diagnosticada en 2011. Y desde entonces, comparte públicamente sus experiencias, creando conciencia en cuanto a su condición y eliminando así muchos de los estigmas.
También tenemos el caso de la cantante Demi Lovato, quien igualmente sufre de bipolaridad. Para Lovato, su trastorno se ha convertido en algo muy personal. La estrella pop fue diagnosticada en 2010 después de un altercado físico con un miembro de la banda que la obligó a enfrentarse a su enfermedad mental de por vida. Desde entonces ha sido una de las voces del creciente movimiento de famosos que han compartido sus condiciones de salud mental.
Pero volviendo al tema West, es importante aclarar que hasta los momentos, lo diagnosticado por los doctores y la información recibida habla de un trastorno psicótico producido por la falta de agotamiento y la privación del sueño. Insisto, no somos doctores. Lo que si estaba claro es que West venía dando señales de que algo no andaba bien. Al paso han salido muchos artistas apoyando al rapero y deseándole una pronta recuperación. ¿Está pagando West un alto precio psicológico por su fama? Todo parece indicar que sí.
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