El impredecible, icónico e irremplazable Prince se nos fue de manera estrepitosa, sin aviso. Todos estamos hablando del popular artista, quien a sus 57 años vivió una vida muy peculiar, con altos y bajos, pero siempre imponiendo su visión artística y musical.
Más allá de querer escribir un perfil sobre Prince, nos interesa ahondar un poco en lo no tan obvio del cantante, y también en su influencia artística y musical en mucho de los músicos más representativos de la actualidad. Porque puede parecer aparente, y hasta redundante, decir que el cantante marcó un hito en la historia de la música, pero lo que nos deja es sin duda un legado único e insuperable; Prince es solo uno.
Sobrevivió todas las transiciones musicales, la de los ochenta y noventa. Durante la primera década del siglo 21 se mantuvo activo como músico hasta sus últimos días. Su carrera estuvo marcada por grandes éxitos, también por una vida extravagante y por publicitadas batallas legales en contra la industria musical.
Existen muchos adjetivos para describir la personalidad del cantante, pero algunos son más representativos de sus logros y desventuras. En los ochenta, su revolución musical estuvo acompañada de lujuria y alegorías al sexo ¿Quién no recuerda “Dirty Mind” o “Purple Rain”?
Era muy polifacético y talentoso. Hasta el propio Eric Clapton lo calificó como el mejor guitarrista del mundo. Pero en los noventa, el cantante confrontó un sinfín de retos legales con el sello discográfico Warner Bros. Apelando a su creatividad y a su constante lucha por la libertad musical decidió cambiarse el nombre, en varias ocasiones, para poder desprenderse de los compromisos legales. Fue conocido como, The Symbol, The Artist (“El artista” en español) y su símbolo “O(+>” se convirtió en todo un clásico.
¿Sabias que Prince fue víctima de bullying desde pequeño? En la escuela le llamaban “Gazoo” debido a su pronunciado afro y su pequeño cuerpo. Por cierto, Gazoo era el chico espacial que aparecía en The Flintstones con la cabeza gigante y que siempre usaba un casco.
En cuanto a su relación con la tecnología podemos decir que no estaba en buenos términos, en sus últimos años se alejó de las redes sociales, profesando una actitud totalmente negativa hacia internet. No quería que ninguno de sus videos estuvieran en YouTube, y tampoco le gustaba que sus fans utilizaran fotos de él en las diversas plataformas; hasta amenazó con perseguirlos legalmente. Ultimadamente, en 2010, Prince decidió suspender su página web y cortar su conexión con lo digital. Pero así era él, siempre andaba en lo suyo.
Si bien vivió una vida de contrastes, convirtiéndose también en testigo de Jehová, su legado es incuestionable. Solo basta con analizar cómo su música y estilo han influenciado a los famosos. Por ejemplo, el último álbum de la popular banda St.Vincent, tiene mucha influencia musical de Prince. Beck, en su LP titulado Midnite Vultures, tiene una canción, “Debra”, inspirada en la popular canción “Raspberry Beret”. Otras figuras de la música como es el caso del cantante Miguel, han expresado el rol que la música del icónico artista ha tenido en sus carrera. Igualmente, Janelle Monae y Prince desarrollaron una relación muy especial.
Prince fue un artista que siempre lucho por desaparecer todo tipo de ideas preconcebidas y estigmas, tanto de estilo como de género. Sin duda un artista como ningún otro, El irremplazable.
Creo que no se vale mencionar que Prince haya tenido problemas legales con su disquera sin explicar de qué se trataba.
Su pelea con Warner, ayudó a muchos cantantes, músicos y compositores que lo siguieron. Prince ganaba una fracción mínima de sus canciones en comparación con lo que ganaba Warner, aunque él fuera intérprete, compositor, músico, arreglista y productor de sus discos. Prince toca 27 instrumentos en su primer álbum, pero no era dueño de nada.
Cuando dejó Warner, perdió hasta el derecho a su propio nombre (En su acta de nacimiento) y por eso lo cambió a un símbolo hasta que ganó su material y recuperó su nombre.
Y en cuanto a las redes sociales, se quejaba de que un Mark Zuckerberg y demás ganaban dinero de sus canciones sin tocar un solo instrumento o cantar una línea.
Prince fue un pionero en defensa del artista y abrió las puertas para que futuros músicos pudieran ser dueños de su propio material.