Bobbi Kristina Brown murió el domingo 26 de julio a los 22 años de edad.

La única hija de Whitney Houston y Bobby Brown falleció en una clínica de cuidados paliativos en Atlanta, Georgia luego de permanecer en coma inducido por siete meses. A través de un comunicado la familia Brown confirmó la muerte de la joven: “Bobbi Kristina Brown murió rodeada de su familia. Por fin ella descansa en paz en los brazos de Dios. Queremos agradecer a todos por el amor y apoyo durante estos últimos meses”.

El pasado 31 de enero Bobbi Kristina quedó en estado de coma luego que su novio Nick Gordon y su amigo Max Lomas la hayan encontrado inconsciente en la bañera de su casa en Atlanta. Se especuló sobre un posible caso de violencia doméstica o tal vez una sobredosis como razones por las cual haya quedado inconsciente. Sin embargo, familiares dijeron a los medios que descartaban la posibilidad de que se tratara de una sobredosis. Posteriormente al incidente, los apoderados de Bobbi Kristina presentaron una demanda contra Gordon por abuso físico y por retirar dinero de la cuenta bancaria de Bobbi Kristina sin autorización.

Bobbi Kristina estuvo bajo cuidado intensivo en el hospital de North Fulton Hospital y luego fue trasladada al Emory University Hospital en Atlanta donde estuvo respirando artificialmente vía un ventilador y permaneció en estado de coma y conectada a máquinas para mantenerla con vida. Con esperanzas de que reaccionara a algún tratamiento, Bobby trasladó a su hija a diversas clínicas, centros de rehabilitación y hospitales en varias ocasiones.

Fue en junio cuando la familia viajó por última vez a Chicago antes de trasladarla a una clínica de cuidados paliativos. Según informes de prensa, Pat Houston llevó a su sobrina a un médico recomendado por amigos cercanos en búsqueda de una última opinión sobre la salud de Bobbi Kristina. Tras el fallido intento de revivirla, fue trasladada a Peachtree Christian Hospice donde pasó sus últimos días rodeada de sus seres queridos.

Bobbi Kristina nació el 4 de marzo, 1993, en Livingston, Nueva Jersey, ocho meses después de que Whitney y Bobby se casaron. La princesa del pop estaba en la cima de su carrera como cantante y había actuado en su primera película, “The Bodyguard,” junto a Kevin Costner.

Bobbi Kristina fue testigo de la lucha de su madre contra la adicción. Con el pasar de los años, el abuso de sustancias, incluyendo cocaína, empezó a afectar el comportamiento y la imagen de la Whitney, mientras que Bobby, quien en los ’80 había sido una sensación en el género del R&B como parte del grupo New Edition y luego como solista, luchaba por permanecer relevante en el mundo de la música.

El 11 de febrero del 2012 la muerte de Whitney impactó al mundo entero. La cantante de 48 años fue encontrada inconsciente en una tina de baño de su habitación en el Beverly Hills Hotel, la noche antes de los Grammys. Bobbi Kristina se encontraba en Los Ángeles con su madre y las dos asistieron a una fiesta de la cantante Kelly Price dos días antes de la tragedia.

La muerte de Whitney fue declarada accidental, pero la enfermedad cardíaca y el uso de cocaína fueron factores que contribuyeron a su fallecimiento. Whitney le dejó toda su fortuna a su única hija, quien era de heredar todo a los 30 años de edad.

Después de la muerte de su madre, Bobbi Kristina acudió a su familia, y a fines del 2012 grabó un programa de reality titulado “The Houstons: All on our Own” para Lifetime, el cual documentaba cómo la familia enfrentó la pérdida de Whitney y luchaba por seguir adelante.

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