Lecciones que Hollywood NO aprendió este
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La meca del cine tiene mala memoria. Suele repetir los mismos errores una y otra vez, por costosos que estos sean. Y este verano en particular aportó múltiples muestras de que las catástrofes más sonadas están destinadas a vernos de nuevo, en algún futuro no muy distante. De acuerdo, en el 2017, para ser exactos.

Lección #1: Las secuelas son un moneda al aire

Cuatro de las películas más taquilleras del 2016 hasta la fecha son secuelas: Finding Dory, Captain America: Civil War, Jason Bourne y Star Trek Beyond. Podríamos argumentar que Batman v Superman: Dawn of Justice entraría en esa definición, pero considerémosla más bien como un puente entre franquicias de DC/Warner. Bajo esta óptica las secuelas funcionan ¿cierto? No necesariamente.

Este verano estuvo plagado de secuelas, extensiones de franquicias cinematográficas y “reimaginaciones” que sencillamente quedaron muy por debajo de las expectativas. Algunas de ellas llegaron demasiado tarde (Independence Day: Resurgence), o demasiado pronto (Teenage Mutant Ninja Turtles: Out of the Shadows), o confiaron demasiado en su título (Ghostbusters). El punto es que veremos este fenómeno repetirse pronto con nuevas versiones de Despicable Me, Kingsman, Transformers, Cars y World War Z, entre muchas otras producciones. ¿Puedes decir que estás genuinamente emocionado por todas ellas? Exacto…

Lección #2: El “Star Power” no basta para abrir una película

Algún día muy cercano le hablarás a tus descendientes sobre los tiempos en que tener en el póster de tu película nombres como Julia Roberts, Johnny Depp, Ben Stiller o Steven Spielberg eran suficientes para garantizar 80 millones de dólares en taquilla, nada más para abrir boca. Cómo pasa el tiempo, ¿cierto? Las débiles ganancias de filmes como Money Monster, Alice: Through The Looking Glass, Zoolander 2 o The BFG confirman que la gente no está dispuesta a ocupar butacas sólo por la presencia de una estrella en la producción, sino que hay factores adicionales a considerar.

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¿Puedo esperar una historia original y/o interesante? ¿Qué tanto me pierdo de la conversación social si decido ver la película hasta su estreno en Netflix? ¿Confío en los porcentajes de Rotten Tomatoes o me formo mi propio criterio en la sala? Todas estas son preguntas que vale la pena responder con sinceridad antes de planear estrenos espectaculares con celebridades sobre alfombras rojas. Al menos hay que equilibrar los salarios de los protagonistas y directores con lo que hay que pagar por obtener buenas historias, que siempre son un sólido punto de partida rumbo al éxito.

Lección #3: Los niños compran mercancía, no boletos

Muchos ejecutivos deben estar destapando champaña indiscriminadamente tras ver los éxitos de Finding Dory, The Secret Life of Pets o Zootopia, pensando que los niños suelen sacar adelante cualquier producción animada. Pero al analizar esas producciones descubrimos algo muy claro: las tres películas tienen sólidos mensajes para atraer a los adultos, quienes tienen decisión final respecto a la compra de las entradas.

Muchos niños se conforman con el juguete plástico que acompaña al menú infantil de su cadena favorita de comida rápida. Podríamos preguntarles por la historia, las actuaciones o el mensaje, pero a final de cuentas terminaríamos por comprender que la experiencia cinematográfica ya no obliga a adoptar tal o cual moda, hacernos fans de ciertos personajes o ansiar el crecimiento de las franquicias. Dejemos de “venderles” películas a los menores de edad. Mejor hay que convencer al padre de familia que la producción vale la pena, eso es marketing más seguro.

Lección #4: El horror es a prueba de fracasos… pero merece más amor

Don’t Breathe y The Conjuring 2 cosecharon magníficos retornos sobre la inversión inicial, pero no podemos pasar por alto fracasos como el de Blair Witch. Claro, es extraño definir así a una película que costó 5 millones y recaudó unos 20 millones a nivel global, pero la verdad es que aún las producciones menos aventuradas gozan de gran aceptación con un poco de activismo en redes. El problema es que a veces los estudios esperan que estos filmes funcionen por sí solos, cuando merecen al menos un poco de esfuerzo con promoción y publicidad agresiva.

¿Qué podemos esperar de las películas de horror y suspenso el año entrante? Más de lo mismo: tráilers que cada vez se parecen más entre sí, estilos que se enciman y contradicen, etcétera. Un mínimo de promoción en ruedes sociales blindaría aún más a esas producciones, así de simple.

Lección #5: Todo género tiene un punto de saturación

El tema en boga es el del cine de superhéroes marchando a pasos agigantados rumbo a la indiferencia de un sector relevante del público. Eso sería, a todas luces, un error grave: quienes subestimaron a Deadpool, por mencionar un caso, hoy se sienten como los grandes sabelotodos que fracasaron al juzgar un potencial que creían agotado.

Sí, hay que considerar que la tercer película de Thor, la próxima Pitch Perfect o cualquier estreno a futuro que comparta las palabras “Star” y “Wars” en el título no necesariamente tienen la vía libre rumbo al éxito de taquilla. Es difícil anticipar la trascendencia de un filme, aunque también es divertido sentirnos más listos que los ejecutivos de los estudios, ¿cierto? Pero los géneros no mueren de la noche a la mañana. Todo es cosa de alimentarlos con buenas historias.

Lección #6: Las alternativas románticas tienen durabilidad veraniega

El éxito de Me Before You no es casualidad. Todos los veranos tienen su The Notebook: esa atípica oferta sentimental en un nicho que escapa las espectaculares explosiones y las persecuciones a gran velocidad de los blockbusters tradicionales. Este counterprogramming suele considerarse una apuesta arriesgada, pero lo cierto es que las películas con las que se experimenta suelen tener bajos costos de producción, así que no es tan mala idea intentarlo.

Sí, el año entrante notaremos que Hollywood intentará replicar el Me Before You del 2017… pero lo más seguro es que sea un producto derivativo. Cuando The Fault in Our Stars se convirtió en un éxito, de pronto vimos una oleada de producciones de bajo presupuesto con tónica similar. Así que no nos debe extrañar si el verano próximo tenemos otro drama romántico que acaba por fracasar en taquilla.

Lección #7: Hacer reír es barato… y lucrativo.

Aunque Neighbors 2 fue atacada por la crítica, el público no compartió esa visión sobre la película y se lanzó a verla sin pensarlo dos veces. Bad Moms fue uno de los grandes éxitos del verano, echando mano de un elenco que no cobró cantidades exageradas por sus servicios y pagó grandes dividendos. Y no olvidemos el enorme impacto que tuvo la irreverencia de Deadpool. Incluso esta última película tuvo una factura modesta, considerando que es una película de superhéroes.

El impacto de este fenómeno ya se está manifestando en otras producciones: Suicide Squad era más oscura y cruel en su versión original, pero al parecer los ejecutivos insistieron en más chistes para “aligerar” el producto, un hecho que los críticos no pasaron por alto. Los estudios sin duda intentarán forzar la comedia en muchos productos para el año entrante, así que si de pronto notas el chiste incómodo en Star Wars Episode VIII, World War Z 2 o en Amytiville: The Awakening… dale las gracias a Ryan Reynolds.

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