Y sucedió lo que algunos temían: Lionel Messi se despide de la Copa América sin ganarla. Muchos se preguntan, ¿cómo es posible que el mejor jugador de la historia del fútbol no haya sido capaz de ganar una Copa América o un Mundial?
Por ahí se dice que la justicia tarda pero llega. Pero para Messi, la súper estrella del Barcelona y capitán de la selección nacional argentina, parece no llegarle, y vemos cómo el número 10 de la Albiceleste se va sin alzar la tan anhelada Copa, escribiendo así otro capítulo sombrío de su cruzada por un título con la selección.
Tarde, o más bien muy temprano, nos enteramos de la decisión de “La Pulga” de no seguir con su selección nacional. Este domingo 26 de junio Messi anunció su retiro definitivo del fútbol competitivo internacional con el equipo argentino. Así tal cual, horas después de haber perdido la final con Chile en la Copa América Centenario, Messi le dijo a la prensa que hasta aquí llegaba. Y como era de esperarse los medios internacionales explotaron con la noticia.
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Devastado, triste y con la más grande de las culpas, vimos cómo Messi se derrumbó emocionalmente ante la mirada de todos, demostrándonos que es de carne y hueso. Pero sobre todo nos mostró su orgullo y amor por su país. Porque una persona que lo ha ganado todo como profesional, y que podría estar tranquilamente jugando para la selección de España —sí como lo leen—, o descansando en una isla exótica con su familia disfrutando de su dinero bien sudado, decide viajar por todo el mundo para poder estar con su selección, como dicen “contra viento y marea”, y dejarlo todo dentro del terreno y fuera. Como nota aparte, y sin querer causar más controversia, resulta que al capitán de la selección le toca también luchar con la burocracia típica de nuestras federaciones y países.
A Messi le ha costado mucho ganarse el beneplácito de la prensa y críticos del fútbol en su país. La afición también es muy dura con los jugadores. No es raro leer fuertes críticas que utilizan palabras como fracaso, perdedores y hasta se han atrevido a decir “que ni vuelvan”. Pero, ¿donde yace la tragedia de todo esto? En su carrera de futbolista profesional y estrella del balompié mundial, Messi ha conquistado los más grandes honores.
En enero de 2016, ganó su quinto Balón de Oro de la FIFA al Mejor Jugador del Año, habiéndose llevado ya en el pasado dicho premio cuatro veces seguidas (2009 – 2012). Es el único jugador de fútbol en recibir tres Botas de Oro, premio que reconoce al máximo goleador de las ligas europeas. Y, para rematar, también ha ganado cuatro Champions League con el Barcelona. Es el mayor goleador de la historia de ese equipo, con 452 goles. Hasta el récord Guinness ha alcanzado, al mayor número de goles en un año, con 91 en 2012, y en 2014, alcanzó este récord como el mayor goleador de la Liga de Fútbol Profesional. Sin embargo, el mismo Messi ha dicho que “cambiaría cinco Balones de Oro por un Mundial”… Pero, ¿es culpa de Messi no haber ganado aún un Mundial ni una Copa América?
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Los medios más radicales lo califican de decepción, pero sabemos muy bien lo serio que es esto del fútbol en Sudamérica. La presión y las expectativas son altas y perder nunca es una opción, todos quieren ganar. Todavía ronda la sombra de Diego Maradona y sus logros que, honestamente, y más allá de lo que representa para el fútbol argentino y mundial, existe una gran diferencia entre él y Messi. Más allá de las habilidades futbolísticas de ambos, “La Pulga” es un campeón y un excelente modelo a seguir, en lo personal y profesional.
Messi deja la camiseta celeste y blanca con 113 partidos disputados y 55 tantos anotados. Esto lo convierte en el máximo goleador en la historia de la selección argentina. Esperemos que todo esto sea temporal, porque como le pidió la conductora de TV argentina, Susana Giménez: “Messi querido no te vayas; sos el mejor del mundo, pero también, sos un ser humano”.
Pero ¿le hace falta ganar un Mundial o una Copa América a Messi para legitimar el resto de los logros que ha tenido en su carrera? Con tan solo 29 años, todavía le queda mucho camino por recorrer a Leo. Nos costaría mucho imaginarnos una competencia internacional sin su presencia y destreza. La justicia llega, aunque tarde. Tranquilo, Pulga, que ya eres el mejor.
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