Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, se dirigió a la nación a través de una conferencia televisada para hacer referencia a la masacre ocurrida en un club de Orlando, Florida, durante la madrugada del domingo 12 de junio, que dejó un saldo de 50 muertos y 53 heridos.
“Todos estamos todavía enterándonos de los hechos. No hemos recibido ningún motivo preciso o definitivo sobre las acciones de este asesino”, sentenció Obama desde la Casa Blanca. “Este fue un hecho de terror y de odio. Como estadounidenses estamos unidos en dolor, indignación y en determinación de proteger a nuestra gente”, agregó el primer mandatario.
Aproximadamente a las 2.00 AM, el perpetrador irrumpió a Pulse, un popular club gay de Orlando, y abrió fuego. La situación prosiguió como una situación de rehenes hasta que las fuerzas especiales de la policía irrumpieron en el club para someter al sujeto y rescatar a los rehenes. La operación culminó con la muerte del atacante, quien ha sido identificado como Omar Mateen, un estadounidense de origen afgano, de 29 años.
Obama señaló que el ataque “podría haber sido a cualquiera de nuestras comunidades”, pero que ha sido un día especialmente desgarrador “para la comunidad LGBT”. Se cree que este individuo eligió como blanco a este club nocturno debido a que es conocido como un bar gay.
El Presidente aseguró que este ataque ha sido “el tiroteo más mortal en la historia de los Estados Unidos”.
“Ante el rostro de la violencia y el odio nos amaremos los unos a los otros”, sentenció Obama. Asimismo, se ordenó que las banderas sean bajadas a media asta en la Casa Blanca y todos los edificios públicos.
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