En un año donde Hollywood ha sido criticado duramente por la diferencia de sueldos entre hombres y mujeres, Robin Wright se ha convertido en una de las nuevas portavoces de la batalla por la igualdad salarial en la industria del cine y la televisión.
“Será mejor que me paguen igual o haré esto público”, fueron las palabras que la actriz le dirigió a los productores de la exitosa serie de Netflix, House of Cards, de la cual es protagonista. Para Wright todo estaba claro, la intérprete no iba a continuar compartiendo el rol protagónico junto a su compañero de elenco, Kevin Spacey, si su salario no era igual al del actor.
A sabiendas de que su rol es tan relevante e influyente como el de Spacey en la serie del popular servicio de streaming, Wright tomó el control y logró otra victoria más en nombre de todas las mujeres.
La actriz hizo lo correcto, fue toda una jugada maestra, digna de Claire Underwood, su personaje en el show.
Como ella mencionó, este era el perfecto paradigma, porque actualmente existen muy pocas series donde tanto el hombre como la mujer protagonista son igualmente resaltantes e importantes para la historia. Como si esto no fuera poco, el personaje de Wright ha logrado, en varias oportunidades, tener mayor popularidad que el del mismo Spacey, así que esta era la oportunidad perfecta para actuar.
Vale acotar que Wright ha aparecido en todos los episodios de la serie hasta la fecha, 52 en total, y también ha participado como productora y directora en varias ocaciones, al igual que Spacey. ¿Entonces? La premisa es muy simple, las mujeres deben ser remuneradas de igual manera que los hombres si están desempeñando el mismo trabajo que ellos, en el puesto que sea, y la cantidad de dinero que sea.
¿Pero qué significa exactamente este logro de Wright? Primero que estamos en 2016, y todos, tanto hombres como mujeres tenemos acceso a la data de salarios en todas las áreas. Así que esconder este tipo de información no es fácil. Después vemos como Wright tuvo que llegar al punto de amenazar a los productores de la serie para lograr este cambio, no solo de igualdad de sueldo sino también de trato.
El asunto de la discriminación va más allá de los salarios y uno de los puntos que tocó la actriz fue el reto de la maternidad y cómo la misma afectó su carrera, por tener que trabajar en menos proyectos que otras famosas de envergadura.
Lo de Wright si bien es una gran victoria, es solo el comienzo de una lucha que viven muchas mujeres en todas las áreas y sectores. Este es el momento perfecto para que todas las mujeres de alto perfil tomen la iniciativa y se conviertan en modelos y ejemplos a seguir. ¡Felicitaciones Robin!
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