Jimmy Kimmel empezó su programa con una promoción de su supuesta campaña a la vicepresidencia de Estados Unidos, como antesala para la entrevista con Hillary Clinton, quien visitaba el show por tercera vez.
Clinton habló sobre su salud y aseguró que se encuentra perfectamente bien, al referirse a los reportes del National Enquirer que afirman que tiene poco tiempo de vida. “No sé por qué dicen eso. Creo que es parte de su absurda estrategia”, según ella, un invento del GOP.
El presentador también le preguntó a Clinton cómo se prepara para los debates con Donald Trump, a lo que ella dijo que “uno tiene que estar preparado para lo absurdo. Estoy basándome en experiencias de la escuela primaria”, y por si eso no es suficiente, la exprimera dama también le pidió consejo a Kimmel.
En el tema de inmigración, el simpático Kimmel cuestionó si iba a deportar al candidato republicano a México, pero Clinton fue muy diplomática en su respuesta, aduciendo que solo deportaría a los criminales.
El tema del escándalo de los correos electrónicos también tuvo lugar en la entrevista. Jimmy Kimmel le sugirió usar FaceTime en vez de email, y Hillary le contestó que le encantaba su consejo.
Pero definitivamente la parte más graciosa de la entrevista fue cuando Clinton leyó algunas de las frases más pesadas de Trump. Una de ellas en las que el magnate insultó a Rosie O’Donnell y la llamó cerda, y otra, que la exsecretaria de Estado no pudo leer, fue que si Ivanka Trump no fuera la hija de Donald, él mismo saldría con ella.
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