La controversia alrededor de la trilogía “Fifty Shades of Grey” sólo ha subido de volumen desde el lanzamiento de la primera película basada en los libros este 13 de febrero. Organizaciones que apoyan a mujeres en situaciones de violencia doméstica están protestando y hasta boicoteando el estreno, ya que argumentan que esta serie glamoriza a un personaje que presenta todas las características de un abusador.
Christian Grey es un hombre controlador con poder y dinero que intenta someter a Anastasia Steele. El señor Grey le propone a la joven e inexperta Ana una serie de parámetros para tener una relación con él. Estos parámetros son los que causan revuelo en las redes.
¿Es Christian Grey un abusador? Depende a quién le preguntes.
Un artículo en viralwomen.com menciona un estudio realizado por Ohio State University, Columbus en el que la Profesora Asociada de Desarrollo Humano y Ciencias de Familia y autora del estudio Amy Bonomi, PhD, MPH, dice que basado en su análisis, Christian Grey llena los requisitos de una pareja abusiva: controla, aísla, acosa y es emocionalmente, sexualmente y físicamente abusivo.
Pero según sus fans Christian Grey no es un abusador.
La autora E.L James presenta a su protagonista masculino como una víctima de sus circunstancias: el hijo de una prostituta que fue abusado en su niñez. La falta de control sobre su vida en su infancia justifica su búsqueda de control en sus parejas sexuales. A esta conclusión llega por la experiencia que tiene con la amiga de su madre que a los quince años estrena al joven Christian de manera sexual y lo introduce al mundo de BDSM como su sumiso. Es esta relación la que él se refugia para no lidiar con su pasado.
James escoge a una heroína vulnerable, inocente y frágil que rescata a Grey de su pasado oscuro con su amor incondicional. Algo que también es tema de escrutinio ya que este es el perfil que busca un abusador.
Aunque Christian Grey se presenta con estas características, él y Anastasia hablan de límites, negocian qué es aceptable y qué no y nada sucede que ella no permita. Lo que es cierto es que en el libro hay momentos alarmantes que llevan el lector a pensar, “¡niña despierta y sal de ahí!” porque en la vida real la historia rara vez termina como la de Anastasia y Christian. Esto es una fantasía, tan real como lo puede ser una película de James Bond.
Un artículo en el sitio Proyecto Kahlo cuestiona como libro es presentado, “Que todo esto lo vendan como la historia de una “mujer liberada” es algo que me chirría hasta más no poder. Una mujer que no sólo no conoce su cuerpo sino que deja su sexualidad en manos del hombre… Ese Grey dador de orgasmos, creador de placer, oh, gracias Mr. Grey…”
El peligro de esta película es el mensaje de que una mujer es capaz de cambiar a este tipo de personajes. En esta historia Ana rescata a Christian, pero como dice el National Center on Sexual Exploitation que patrocina una campaña que recauda fondos para programas que amparan a víctimas de violencia doméstica, #50DollarsNot50Shades, mujeres en el mundo real “no terminan como Anastasia; tienden a terminar en refugios, huyendo o muertas.”
Esta película es tan peligrosa para las mujeres como lo es la Bella y La Bestia para las niñas. Ambas historias cuentan como una figura masculina agresiva, controladora y dominante, con un pasado oscuro es rescatado por el amor de una mujer joven, pura e inocente. Ambas historias crean una fantasías que una mujer es capaz de cambiar a un hombre sin ayuda profesional. Anastasia es una chica de 22 años que no tienes las herramientas para crear un cambio súbito en su amado. He ahí el peligro.
Capaz lo que esta historia necesita es una advertencia que diga, “No repita esto en la vida real, esto es una fantasía y si se topa con un personaje como Christian Grey en la vida real, hulla inmediatamente”.
Como bien dice el artículo de Proyecto Kahlo “Al final, por supuesto, la “niña buena” que ha dejado su vida en manos de él consigue que éste se transforme en el hombre modélico, porque lo suyo en una novela erótica es que los protas acaben casados, embarazados, con casita y con perro.” ¿Cuántas relaciones que comienzan de esta manera terminan como la de Fifty Shades?
Lo importante es que esta película ha generado todas estas conversaciones acerca del abuso y la sexualidad.
Cabe mencionar que en 19 estados de EEUU (e.g., Texas y Alabama), los profes y directores de las escuelas públicas están autorizados a dar nalgadas fuertes a los alumnos–incluso a los colegiales. El único consentimiento que se requiere (quizás) es el de los padres. Así que, si el Sr. Grey fuera director escolar en vez de empresario . . .
A propósito, aquí está el correo (en inglés) que hace poco le envié a la autora de “50 Sombras,” E.L. James:
Dear Ms. James,
I am a child abuse activist in Nashville, Tennessee. I recently contacted Lovehoney concerning their new product line, Fifty Shades of Grey – The Official Pleasure Collection, which was inspired by your books and whose branding you have licensed. Specifically, I asked them whether the Soothe Me After Spanking Cream is safe for children to use. As you know, children are often spanked as a matter of home discipline, and in some countries (including 19 American states) they can also be spanked rather severely at school.
Lovehoney promptly replied that none of their products are for use on minors and, moreover, that they “do not condone or promote corporal punishment as a method of correcting behaviour in children or teens.” I was heartened by this response, and it later occurred to me to inquire whether you as the author of the Fifty Shades trilogy, where spanking is amply portrayed as an activity between consenting adults, agree that this form of punishment is not appropriate for minors.
I understand that corporal punishment is a controversial issue, in your country as well as mine, and that you may be hesitant to weigh in. At the same time, I felt encouraged to seek your opinion by the willingness your books show to deal with taboo subjects. I honestly believe that if you were to express disapproval of spanking outside the context of adult, consensual relationships, it could have considerable influence on public attitudes and would serve to promote the humane treatment of children.
In any case, I look forward to your reply. Please let me know if you have any questions.
Sincerely,
Tom Johnson
Tennesseans for Nonviolent School Discipline