No es sino hasta que algo de envergadura sucede o se vuelve extremadamente mediático, que reflexionamos y recordarnos el rol que juegan algunas industrias en influenciar y apoyar ciertas causas que son significativas para la dinámica de las sociedades. Recién nos enteramos que Hollywood está respaldando el boicot a Georgia por la ley anti-LGBT y honestamente, no nos sorprende.
¿Qué significa esto? Hollywood está conformado por una comunidad diversa de personas que por una razón u otra son parte del proceso social evolutivo, y por ende, no están ajenos a la subjetividad u objetividad en ciertos temas de relevancia. Por otro lado, los actores que forman parte del mundo del entretenimiento, generalmente opinan sobre los acontecimientos políticos, económicos y sociales en los Estados Unidos; son ciudadanos y tienen derecho a expresarse.
Lo de Georgia es un ejemplo más de la actitud progresiva que Hollywood promueve. Resulta que está en discusión una ley anti-LGBT (HB 757), que de ser firmada por el gobernador, le permitiría a los grupos religiosos y organizaciones en dicho estado, discriminar en base a la sexualidad de una persona, si consideran que va en contra de sus creencias religiosas.
Más allá de encontrar quién tiene la razón, la reacción de la industria ha sido, no solo inmediata, sino también firme. Estamos hablando de poderosos estudios, compañías y profesionales del séptimo arte, que de manera frontal rechazan la controversial ley. La lista de los estudios incluye, Disney, Viacom, 21st Century Fox, Lionsgate, CBS y AMC Networks. Todas estas compañías han exhortado al gobernador Nathan Deal a vetar la ley.
¿Cuál es la moraleja de todo esto? Hollywood tiene muy claro que los derechos LGBT son también lo derechos de todos. Y este boicot es una señal clara del llamado a respetar y promover los valores y principios de inclusión social. En un artículo publicado por The Hollywood Reporter, la conocida compañía Weinstein Company, declaró que no respaldará la discriminación de las personas LGBT o de cualquier ciudadano.
Es importante recordar que un buen grupo de actores de Hollywood y celebridades del mundo del entretenimiento siempren han apoyado a la causa LGBT. Beyoncé, Natalie Portman, Madonna, Sean Penn, Ben Afflek, Brad Pitt, Angelina Jolie, Julianne Moore, Drew Barrymore, entre otros famosos, han mostrado abiertamente su posición a favor de la unión entre personas del mismo sexo y a los derechos de todo aquél perteneciente a esta comunidad.
El ganador del Oscar, Jeremy Irons, tiene una visión bastante extraña sobre el matrimonio gay. En una entrevista con el Huffington Post, el actor comentó que la legalización de los matrimonios entre homosexuales llevaría al incesto en un futuro. Por otro lado, Chuck Norris, el Texas Ranger, se convirtió en el portavoz de las celebridades para la anti-LGBT Organización Nacional para el Matrimonio. Norris justifica su postura sobre el tema afirmando que el matrimonio es una unión sagrada entre un hombre y una mujer.
Parece existir un denominador común entre aquellos que no expresan su apoyo, y es el hecho de que estas personas tienden a ser muy cercanas a la religión que siguen o a sus ideologías políticas, y nadie puede negarles el derecho de profesar sus creencias. Ese es el beneficio de vivir en una país donde la libertad religiosa, ideológica y de expresión existen, sin embargo, no pueden esperar que la decisión de no tratar como iguales a las lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros sea apoyada por la mayoría de la sociedad.
Justicia e igualdad fue la premisa de Obama en cuanto a los derechos LGBT. Hollywood con sus altos y bajos siempre ha sido muy claro a la hora de expresar e influenciar iniciativas y causas que son claves para las sociedades.
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