En los últimos años, hemos visto que el mundo de la música se ha diversificado en cuanto a las diferentes maneras de conectarse con las audiencias. La industria musical le ha dado la bienvenida a diferentes formatos, una especie de híbridos donde la música se fusiona con video y las redes sociales, contando historias, conectando sonidos con imágenes y acercándose aún más a los fanáticos a través del mundo digital.
El álbum visual es un medio de expresión creativo, y también es una gran herramienta para los artistas de promocionar su trabajo en diferentes plataformas. Pero cuando le toca el turno a Beyoncé, todos están atentos, porque si algo sabe hacer la artista oriunda de Houston, Texas, es innovar, estar al día con las tendencias, y, sobre todo, crear expectativas con sus álbumes.
Desde que el pasado 6 de febrero, durante el medio tiempo del Super Bowl 50, se estrenara el sencillo “Formation”, han existido muchas especulaciones y rumores, y ya todo parece confirmar que la artista continúa explorando diferentes maneras de llegarle a sus seguidores, y también de hacer crecer a su audiencia.
¿Cuáles son las realidades de la industria musical? ¡Beyoncé lo sabe! Primero, los millennials no compran álbumes físicos, su mundo está marcado por la inmediatez y lo digital. Por ende, este grupo demográfico con tanta presencia e influencia en el marketing estadounidense, son sin duda grandes consumidores del streaming musical. Segundo, las ventas de álbumes han decaído desde que servicios online como Spotify y iTunes han tomado el liderazgo de este mercado. Por ejemplo, en 2014, los servicios de música a través de streaming lograron por primera vez superar a la industria de los CDs. La música por internet genero $1.87 mil millones de dólares en ventas, mientras que los CDs llegaron a los $1.85 mil millones de dólares (esto según información recogida por la Recording Industry Association of America – RIAA).
En el caso de la cantante Beyoncé, su nuevo álbum lo trae y lo hace todo: se trata de un disco visual de 12 canciones y sus correspondientes 12 videoclips, una película de una hora de duración que puede ser vista a través de HBO Go / Now, y, por si fuera poco, también puedes disfrutar del álbum en Tidal – si eres miembro de la plataforma y hasta en iTunes.
Esta es la era de las descargas digitales, y Beyoncé lo sabe. Otro dato curioso, es la manera en cómo la ex Destiny Child decidió anunciar su proyecto musical; todo con un corto y breve anuncio en su cuenta de Twitter, dejando a sus seguidores sorprendidos y en algunos casos confundidos. Pero como todo lo que toca la cantante es oro, muchos fanáticos comenzaron a descargar compulsivamente las nuevas canciones de la esposa de Jay-Z.
Rihanna y Kanye West han tomado también este rumbo de la exclusividad. Hasta hace poco, Tidal era la única plataforma donde se podían escuchar (legalmente) los álbumes más recientes de estos dos artistas, ANTI y The Life of Pablo, antes de que ellos mismos los lanzaran en otros sistemas de streaming.
El nuevo álbum de Beyoncé es 100% un híbrido digital, una iniciática de la cantante por mantenerse vigente, innovar y continuar vendiendo sus álbumes. Es una batalla constante por renovarse y mantenerse liderando el mercado; algo que les está costando mucho a los artistas, ya que la música también ha progresado con la tecnología; los tiempos son otros.
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