Juan Manuel Santos
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Vaya sorpresa se llevó Latinoamérica cuando nos enteramos que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos fue el galardonado con el premio Nobel de la Paz de este año. Su trabajo en pro de alcanzar una solución pacifica y poner fin al conflicto armado de las FARC, le ha dado los argumentos necesarios para ser reconocido por el Comité Noruego.

Santos es el sexto latinoamericano en recibir tan prestigioso reconocimiento. Le preceden figuras como Carlos Saavedra Lamas (Argentina, 1936), Adolfo Pérez Esquivel (Argentina, 1980), Alonso García Robles (México, 1982), Oscar Arias Sánchez (Costa Rica, 1987) y Rigoberta Manchú (Guatemala, 1992).

Desde hace seis años, el presidente colombiano viene trabajando con varios líderes mundiales y nacionales. También con todas las partes afectadas por el conflicto, incluyendo, un proceso de conversaciones y negociaciones con los cabecillas de la guerrilla, especialmente Rodrigo Londoño alías Timochenko, quien también fue nominado al Nobel. Por cierto, esta es una movida similar a la ocurrida en 1993, cuando el premio fue entregado a Nelson Mandela y Frederik de Klerk, los forjadores la resolución pacífica al apartheid.

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¿Pero quién nominó al presidente Santos? Ésta vino de la mano de Heikki Holmas, parlamentario noruego, quien el pasado febrero hizo oficial el proceso. Curiosamente, la misma se hizo como un bloque o grupo, incluyendo a ambos, Santos y Londoño, al igual que a varias de las víctimas, Leyner Palacios, Luz Marina Bernal, Constanza Turbay, Jineth Bedoya y José Antequera.

Este año, el comité recibió un total de 376 nominaciones que incluyeron, 228 individuos y 148 organizaciones. La presidenta del Comité Nobel de Noruega, Kaci Kullmann Five comentó que el premio fue otorgado al presidente colombiano “por sus esfuerzos para terminar la guerra de más de 50 años del país y que ha cobrado la vida de más de 220 mil colombianos, así como desplazado a cerca de 6 millones de personas”.

La ceremonia de entrega, la cual eleva a su máximo la tradición y el protocolo de la prestigiosa celebración, se llevará acabo el 10 de diciembre en Oslo. Tal distinción también viene acompañada de un premio económico. Santos recibirá 8 millones de coronas suecas – unos (EUR) $832,000 o unos (US) $975,000. Igualmente, el presidente colombiano recibirá la célebre medalla, con la famosa frase Pro pace et fraternitate Gentium (Por la paz y la hermandad de los hombres).

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Es siempre algo muy importante para nuestra región tener figuras como Santos, destacándose por sus labores y esfuerzos de conciliación y resoluciones pacificas. Pero este año en particular, el premio Nobel de la Paz viene cargado de ciertas controversias y también grandes nominados como el Papa Francisco y controvertibles personajes como Edward Snowden.

Primero, se habla de que los premios necesitan evolucionar y adaptarse al concepto de paz del siglo XXI. Segundo, se comenta de una falta de independencia, carácter y personalidad de los premio, según las palabras de uno de sus críticos más vocales, el activista Fredrik Heffermehl. También es evidente el problema de la falta de representatividad racial y de género. El análisis publicado en Fortune, menciona que desde que se entregaron por primera vez los premios en 1901, las mujeres lo han ganado 49 veces, los hombres 825 veces y las organizaciones 26 veces.

Por último, tenemos el tema de la elección de Santos como una opción segura y menos controversial. Esto cuando lo comparamos con los dos grandes favoritos, los equipos de rescate sirios (conocidos como los cascos blancos) o lo griegos que asisten a los refugiados, habrían sido opciones mucho más complejas internacionalmente.

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Pero a pesar de todo esto, el premio va para Latinoamérica. Estemos de acuerdo o no, el Nobel y su prestigio siguen más vigente que nunca. Para los que se regocijan con tal selección, es la hora de celebrar. Ya es oficial, Santos es el sexto latinoamericano en convertirse en todo un referente de la paz a nivel internacional.

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