Disney no es solamente famoso por sus películas y por el mundo de fantasías que crea para los más pequeños, también es muy conocido por la gran cantidad de estrellas infantiles que nace de sus estudios de televisión y películas.
Recientemente se ha podido apreciar cómo dos de las figuras actuales más prolíficas de Disney, Selena Gómez y Demi Lovato, se han embarcado en todo un proceso de transición, de niñas a mujeres. Ambas artistas han hecho uso de su sensualidad para alejarse de su imagen de estrellas infantiles; cada vez que tienen la oportunidad de posar sin o con poca ropa, no la desperdician.
Todo esto nos lleva a pensar si en realidad es tan complejo crecer en frente de las cámaras, o si simplemente, tanto Gómez como Lovato, no tienen otra opción sino la de mostrar, con fotos altamente sensuales, que ya no son ningunas niñas; aunque en la realidad, ambas a sus 23 años, son todavía muy jóvenes.
Amanda Bynes, Britney Spears, Miley Cyrus, Taylor Swift y Lindsay Lohan son sólo algunas de las estrellas de Disney que han pasado por diferentes cambios, y todas han crecido en frente del ojo público. ¿Pero qué es lo que pasa en realidad? El primer problema es que no las dejan en paz, siempre están bajo el foco de los reflectores, cada movimiento es comentado o criticado por el público y los medios, por lo general, les es muy difícil quitarse el sello de Disney de encima.
Paso siguiente comienza la etapa de la rebeldía. ¿Es necesario para estas artistas utilizar su imagen, y hasta su sexualidad, para probarles a todos que ya no son unas niñas? ¿Hasta cuán lejos tendrán que llegar estas artistas? Tanto Gómez como Lovato han utilizado su cuerpo e imagen para demostrar que son mujeres jóvenes; viviendo su vida a plenitud.
A Gómez no le ha sido fácil el proceso, ya que en el pasado confrontó problemas emocionales y de depresión. Pero todo parece haberse quedado atrás, ya que la cantante y actriz, en una entrevista para la revista GQ, comentó: “No tuve la oportunidad de hacer ciertas cosas en mi vida sin que la gente formara su propia opinión en todo momento. Yo elegí [esta carrera]. No me voy a sentar aquí y decir: ‘Ay, Dios mío, pobrecita yo, no tuve una niñez normal’. Me importa un c… eso”, afirmó la ex de Justin Bieber.
Por otro lado, Lovato, quien ha sufrido diferentes crisis durante su transición de Disney hacia el mundo de la música, ha también aprovechado para posar antes las cámaras como Dios la trajo al mundo. Esto, si bien puede ser criticado, es igualmente una representación de haber superado los problemas alimenticios y de depresión del pasado. “Luego de trabajar muy duro, aprendí que puedes amar tu cuerpo y me emociona compartir eso con el mundo”, había dicho la intérprete de “Cool For the Summer” durante la sesión de fotos.
¿Es acaso el uso de la sensualidad de estas actrices, parte del proceso de empoderamiento femenino? No cabe duda de que la transición de niñas a mujeres es compleja para la gran mayoría de las estrellas de Disney. Unas se descarrilan; por ejemplo, Amanda Bynes, quien fue arrestada por posesión de drogas. Otras, como es el caso de Swift, han sabido consolidarse en sus respectivas carreras.
Este tipo de empoderamiento femenino, visto como auto-cuidado y auto-conocimiento de las artistas más jóvenes, por mostrar sus personalidades a través de su sexualidad, parece ser la herramienta más efectiva, especialmente para los medios, de ser aceptadas como todas unas mujeres.
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