Prince y David Bowie: ¿existe en
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Aristóteles decía, “No hay genio sin un toque de locura”, y tenía razón, especialmente cuando analizamos la vida de los íconos musicales que nos han dejado este año. Prince y David Bowie serán siempre recordados por desafiar las normas, los estilos y los géneros musicales. Ellos rompieron todos los paradigmas, pero sobre todo, nos mostraron otra manera de ver la vida a través de la música.

Si eres un seguidor de cualquiera de estos artistas resulta complicado imaginarnos el mundo de la música sin ellos, pero su legado prevalecerá con el tiempo, y con suerte, veremos el nacer de otros genios, que buscarán entrar en ese exclusivo grupo de innovadores e inmortales de la música.

¿Por qué hablamos de paradigmas? Cuando pensamos en cómo las sociedades, especialmente la estadounidense, han visto con cierta reserva la igualdad de género y el tema de la sexualidad, Bowie y Prince fueron grandes promotores de la libertad creativa, sexual y de género. Basta con ver lo que está pasando en Carolina del Norte y en Misisipi para saber que todavía queda un largo camino por recorrer, y, aun así, ambos artistas siempre estuvieron a la delantera, cómodos y a gusto con su sexualidad y todo lo transgénero. Muy bien lo describe Alyssa Rosenberg en un artículo de opinión publicado en The Washington Post: “Prince y Bowie nos mostraron que no existe una sola manera de ser hombre”.

Estos artistas eran dioses para sus seguidores, no solo por su música sino por lo que ambos representaban. Nunca fueron conformistas y siempre querían más. A través de sus videos y canciones nos decían que estaba bien ser diferente; fue así como ambos desafiaron los modelos sociales y musicales.

¿Cómo describir a estos genios de la música? Su contribución al arte es de grandes proporciones. En el caso de Bowie podemos hablar de su autodeterminación musical; puedes ser quien quieras y divertirte mientras lo haces. Por otro lado, Prince era un prodigio de la música, como en su época lo fueron Niccolò Paganini o Frédéric Chopin; todo lo que creaba era único y especial.

¿Los hombres perfectos? Claro que no, para nada. Mucho se ha hablado de la vida privada de ambos y de sus toques de excentricidad, y hasta locura, que también los hace únicos e irreverentes. Bowie fue criticado, y con razón, por sus relaciones con mujeres menores de edad. Y justo un día después de la repentina muerte de Prince, los rumores sobre el uso excesivo de drogas por parte del cantante no paran.

¿Generación de relevo?  He aquí el dilema, y sin menospreciar a los artistas de hoy en día, nos cuesta mucho identificar quiénes de los actuales representantes musicales logren llegar al estatus de Prince o Bowie. Y sí, a veces toma tiempo reconocer el talento y la genialidad de un artista, pero más allá de la fama, cambiar los paradigmas a través de la música es una tarea compleja que solo unos pocos, como Bowie, Prince, Michael Jackson o The Beatles, pueden lograr.

Tal vez nos tome tiempo ser testigos del próximo Bowie o Prince, pero una cosa es cierta, la huella que nos dejan estos dos inmortales trascenderá, y siempre nos recordarán que la originalidad existe, que el arte es universal y que no tiene límites. La vida es solo una y todo con música se disfruta mejor.

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