Ya es más que conocido todo lo que se ha dicho sobre la falta de diversidad en las nominaciones a los premios Oscar 2016. Boicots, protestas, bromas… un sin fin de manifestaciones invadieron los días y hasta momentos previos a la premiación.
Durante la transmisión en vivo, se sabía que algo estaba planificado, era más que evidente que el tema racial tomaría el protagonismo de la noche. Pero, ¿cuándo mucho se convierte en demasiado?
Chris Rock, fue el escogido para amenizar la noche. Comenzó con un monólogo estructurado donde abordó todos los ángulos, con humor, acerca de la falta de representación afroamericana en los Oscar.
Recordemos que Rock es uno de los principales pensadores y representantes de la cultura pop, y este era su momento de demostrar con inteligencia, la manera más efectiva de lidiar con un tema tan delicado y controversial para la comunidad estadounidense.
No fue nada fácil, pero Rock tuvo la oportunidad de informar y concientizar a los espectadores sobre temas importantes como el #OscarsSoWhite, sin necesidad de sermonear o forzar a la audiencia a cambiar el canal. Manejó el momento entre bromas alegres, mofas y comentarios ácidos y atrevidos.
Rock hizo exactamente lo que se supone que los comediantes deben hacer: manejar la verdad, por más dura que sea, y convertirla en una broma irresistible, seductora y, en muchas ocasiones, elogiada con aplausos y carcajadas.
Lo de Stacey Dash fue la guinda de la noche. Se sintió como un tipo de alucinación colectiva. Su aparición sorpresa dejó a todos confundidos. Rock la presentó como la nueva Directora de Relaciones para las Minorías de La Academia, y el resto es historia.
Dash comentó: “Estoy tan emocionada de ayudar a mi gente. ¡Feliz mes de la historia afroamericana!”, dijo Dash, comentario que silenció a la audiencia presente en el Dolby Theater. Nadie entendió lo que estaba pasando.
A ver, hagamos un poco de memoria, Dash es la misma que le dijo a una comentarista de Fox News que la brecha salarial entre mujeres y hombres era una excusa. Es también la misma que se refirió a las víctimas de violaciones como “las chicas malas que les gusta ser traviesas”, y sí, Dash es la misma que protestó la existencia del Black History Month y quien apoyó públicamente el boicot a los premios Oscar.
El #OscarSoWhite nos presenta una nueva era en la forma de cómo lidiar y tratar el tema de la diversidad. Fue divertido, pero también lo suficientemente elocuente para crear opinión, concientizar y continuar la discusión. A veces pasado de tono, a veces acertado.
Algo que le faltó mencionar a Rock es que el problema de la diversidad va más allá de la comunidad afroamericana. Afecta a los latinos, asiáticos, árabes, entre otros. ¿Habrá quedado para otras ediciones de los premios Oscars?
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