Kanye West logró una vez más crear polémica, algo que hace con mucha facilidad, al igual que su esposa Kim Kardashian West. Una vez estrenado su video “Famous” en un evento multitudinario en el Fórum de Los Angeles, y la canción que también forma parte de su nuevo álbum The Life of Pablo, los comentarios y críticas no se hicieron esperar.
Esto de la cultura pop encarnada en la figura de West es algo complejo, no por su elevado nivel intelectual precisamente, sino por su valor artístico, que muchas veces carece de gusto y delicadeza. ¿Pero quién dijo que los artistas están obligados a hacer lo moralmente correcto? Si es verdad, la libertad creativa es un derecho que muchas veces es malinterpretado, pero en el caso del rapero, no nos logra convencer. ¿Por qué? Es un provocador de oficio, y lo sabe hacer.
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Cuando el intento de hacer arte nace del ojo creativo de West, quien ahora parece estar atraído a la pintura realista, especialmente la de Vincent Desiderio y su cuadro Sleep, los resultados pueden ser catastróficos. Si lo ponemos en simple castellano, y dejando a un lado los adjetivos coloridos y subidos de tono que se le podrían dar al nuevo video del cantante, estamos ante la presencia de una vulgar orgía de gente famosa y desnuda, que ni siquiera son reales, porque son muñecos de cera.
Son 10 minutos que se hacen una eternidad, y donde te debates si sigues viéndolo o no. Ya a mitad del mismo crees haberlo visto todo y deseas parar, pero no, estás totalmente atrapado entre el asombro y la perplejidad de lo ahí presente. Te quedas atónito porque de repente, cuando creías que ya habías visto lo suficiente, aparece Bill Cosby. Y entre escena y escena, se escuchan respirar a los muñecos, con una toma de cámara en mano. La verdad que no logra transcender para nada a lo artístico.
Lena Dunham, protagonista y creadora de la serie Girls, y ávida defensora de la igualdad de género, criticó duramente el video de West, y lo tildó como “uno de los más inquietantes esfuerzos artísticos de la historia reciente … Ahora tengo que ver los cuerpos de mujeres famosas de cera tendidos, inconscientes, retorcidos, como si hubieran sido drogados? Me hace sentir repugnancia”, escribió la actriz en su cuenta de Instagram.
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“Gracias por ser famosos”, les dice West al final del video a todos los muñecos de cera desnudos de las personalidades (algunas son amigas del rapero). Los afortunados o desafortunados, según el lente con que se mire son: George W. Bush, Donald Trump, Rihanna, Chris Brown, Caitlyn Jenner, Bill Cosby y Taylor Swift.
Es una provocación de grandes magnitudes, aquí no hay arte, aquí lo que existe es el mal gusto. Una visión sobre la fama y una crítica a las celebridades son los argumentos que West utiliza al explicar su material visual. ¿Ridiculizarlos tal vez? ¿O simplemente un grito desesperado del músico por llamar la atención?
Existe una delgada línea entre lo vulgar y lo artístico. El mal gusto viene en todos los colores y formas. Usar la libertad creativa para hacer lo que te de la gana y ser irreverente no cuenta. Y también está claro que el factor mercadeo es un objetivo común del rapero. A pesar que el video fue estrenado hace una semana, la conversación y la polémica en torno al mismo parece apenas comenzar. Ya presente en YouTube, no nos cabe la menor duda de que West se beneficiará enormemente de esta nueva controversia.
Finalmente, su fuente de inspiración, el artista Desiderio comentó que “el arte va a lugares peligrosos”, pero lo que no dijo es que la diferencia entre el verdadero ojo creativo va más allá de lo chabacano y obsceno, y que indudablemente el peligro que existe es el de deformar y usar el arte como excusa para provocar y causar polémica.
Al final del día, West puede hacer lo que le de la gana, pero eso no evita que digamos que esto no es arte, sino una obra de muy mal gusto. ¡Lo sentimos West! Aprovecha la atención mediática y las menciones en las redes sociales. Será la próxima …
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