Hola mis geeks, me presento: soy Fernando Hurtado y los invito a leer mi nuevo blog para Variety Latino, “La Geekotecca,” donde el mundo tecnológico y el entretenimiento se cruzan y es puro party. Para mi primer post no pude evitar hablar sobre el hacking scandal que afectó a Hollywood a fines de agosto y septiembre. Y la pesadilla continúa, ya que la actriz Keke Palmer es la última celebridad en sufrir este ataque, o como le dice Jennifer Lawrence, este “crímen sexual.” Eso no se lo deseo ni a mi peor enemigo, y aquí estoy para ayudarles a resolver el siguiente dilema.

¿Ser, o no ser, parte de la nube?

Es la misma pregunta que se hizo William Shakespeare. Te lo juro. Y después de lo que le pasó a JLaw, seguro es la misma que tienes tú ahora.

Para los que no están al tanto, en agosto y septiembre se desató una serie de leaks, o filtraciones de imágenes de más de 100 celebridades (ve la lista completa de las estrellas afectadas aquí). Supuestamente, todas fueron víctimas de un hacking de su nube—o su iCloud.

Ahora, bien rápido para que mis geeks no se aburran: por si no sabías, iCloud es un espacio de almacenamiento totalmente amorfo donde puedes sincronizar la información que se encuentra en todos tus dispositivos Apple. Imagínate una nube flotando sobre tu cabeza las 24 horas del día donde puedes guardar todo lo que quieras (los primeros 5 GB son gratis), y ahora con iCloud Drive, puedes acceder ese material desde cualquiera de tus aparatos Apple.

No te puedo ayudar a averiguar cuanta fuerza se necesita para doblar un iPhone o decidir si tienes suficiente espacio para descargar el iOS 8.0.2 que acaba de salir, pero con todas las supuestas brechas de seguridad, sí te puedo ayudar a decidir si formar o no formar parte de esa nube tanto tenebrosa como poderosa.

Enseguida, cómo contestar a esta pantallita que podría cambiar tu vida para bien o para mal.

Como seguramente predijiste, no hay ninguna respuesta fija. Todos tenemos diferentes estilos de vida. A algunos nos gusta enviar mas fotos al desnudo que a otros. Pero en serio: al menos que seas de esos que tiene un sinfín de documentos en su computadora o que constantemente está viajando y trabajando a través de diferentes dispositivos a diario, realmente no necesitas iCloud.

Eso es decir, si te gusta charlar en Facebook usando tu iPhone, pero prefieres mandar Snapchats con tu iPad, sorry, pero no hay necesidad de arriesgar tu información.

Pero no te sientas mal. Dichoso es el que no tiene que tener todas sus fotos, documentos y contactos en la nube.

Es importante recordar que la filtración de las fotos de Jennifer Lawrence, por ejemplo, sucedió debido a un API (interfaz de programación de aplicaciones) frágil, de acuerdo a The Daily Dot. En otras palabras, el interfaz de iCloud permitía ataques de fuerza bruta por parte de hackers, cosa que permite que un hacker intente miles de combinaciones de caracteres cuantas veces quiera.

Pero seamos honestos: aunque queramos fingir que nuestra seguridad en la nube es super importante, no podemos. No somos famosos y podemos subir las fotos que queramos al desnudo y ni a nuestro vecino le importaría. Y si sí le importa, no creo que sea un hacker. A lo mejor es un psicópata y de ser así, no hay quién te salve.

Pero si quieres ser precavido y tienes tantos documentos que AY, DIOS MÍO, NO SABES QUE HACER, activa la nueva capa de seguridad que Apple lanzó después del fiasco. Esta nueva capa requiere que los usuarios introduzcan su contraseña y un código de cuatro números que es enviado al teléfono del usuario cada vez que ingrese.

Para todos los demás, usemos este aparato — el más sofisticado, en mi opinión — para grabar todos nuestros correos electrónicos y todas esas fotos atrevidas…

 

Aún no estás seguro si el iCloud te conviene? Repasemos el lado bueno y malo de la nube:

 Lo bueno

Es conveniente
Poder acceder todos tus correos y archivos a través de varios dispositivos con que tengas wi-fi es un concepto emocionante, nuevo y útil.

Es personalizable  
No tienes que tener todo en la nube. Puedes mantener tus fotos almacenadas en un sólo dispositivo y tener tu música solamente en tu iPad si de verdad quieres.

Tiene longevidad
Estamos acostumbrados a que nuestras fotos de la primaria desvanezcan al romperse el álbum de nuestra abuela. Con la nube, todas tus memorias viven en algo físicamente inquebrantable—y quizás inmortal (suponiendo que Apple ni iCloud vayan a la quiebra durante tu tiempo en este planeta.

Lo malo

Puede ser demasiado conveniente
Tener acceso a todo el contenido de tu vida no importe dónde estés puede tentarte a siempre estar conectado. No tendrás excusa por la cual no contestar a ese correo de tu jefe o editar ese archivo.

Falta de privacidad
Ya lo vimos una y otra vez con las brechas de seguridad. Estos servicios de “nubes,” como Google Drive, iCloud y Snapchat, son tan amorfos y abstractos que no tienen físico. Es decir, cuando le roben el álbum de fotos  a tu abuela, ella sabrá porque verá la ventana rota y un espacio vacío en su tocador. En cambio tú con tu nube, pues no hay ni cómo saber. Estarás verdaderamente en las nubes mientras tus datos estarán en las manos de otros.

Te ata a una empresa
Hay que recordar que todos estos servicios de “nubería” son productos diseñados para generar ganancias y conseguir nuevos clientes. Cuando Apple lanzó iCloud, lo hizo tanto para acaparar más dinero como para atarte a su empresa. Si decides despedirte de los productos Apple, no esperes que todos tus datos se vayan contigo. Recuerda que al fin de cuentas, Apple sabe dónde verdaderamente viven tus datos, tú no.

Que piensas: ¿vale la pena el iCloud en tu vida?

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