Carmen Yarira Esparza Noriega, una psicóloga mexicana que soñaba con ser actriz, desapareció sin dejar rastro en febrero del año pasado.
Su familia inició una intensa búsqueda, pero no pudo dar con su paradero, hasta hace algunos días, cuando las autoridades realizaron un macabro descubrimiento.
A casi un año de su desaparición, el cuerpo de la joven fue hallado flotando en el tanque de agua que abastecía de agua el edificio en el que vivía. El descubrimiento fue realizado luego de que varios residentes de dicho edificio se quejaran de un sabor extraño en el agua.
Al parecer el cuerpo de la joven fue dejado allí poco después de su desaparición, por lo que ya se encontraba en un avanzado estado de descomposición. La familia de Esparza Noriega, quien tuvo que identificar el cuerpo en la víspera de Navidad, reconoció a la joven por sus implantes en el busto y la cadera.
En un inicio se pensó que la joven había sido secuestrada y que había sido una víctima más de traficantes sexuales, sin embargo, después de que su cuerpo fuera encontrado, la procuraduría mexicana se encuentra investigando el caso para determinar quién es la persona responsable del asesinato de la joven.
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