Las estrellas más brillantes del mundo de la música se reunieron este domingo 8 de febrero en el Nokia Theatre de Los Angeles, desde Paul McCartney hasta Madonna. Pero una en particular se robó el show: Annie Lennox, quien, acompañada del irlandés Hozier cautivó al público con su tema “I Put A Spell On You.”

La presentación se convirtió súbitamente en trending topic en las redes sociales, donde la gente comentaba lo increíble que fue ver de regreso a esta legendaria cantautora escocesa en el escenario.

Y no fue para menos. Elegante de negro y con su cabello corto clásico, Lennox cantó desde alma con una potencia que, como dice su canción, nos embrujó.

La canción no es cualquiera. “I Put A Spell On You” fue compuesta originalmente por el artista de R&B Screamin’ Jay Hawkins en 1956, y aquí Lennox le dio su propia interpretación llena de soul, tanto así que otros grandes del género le dieron una ovación de pie, entre ellos Kanye West, Sam Smith y Beyoncé. Su presentación nos recordó al dueto que hizo con Al Green en 1988, “Put a Little Love in Your Heart.”

Fue un gran momento para la música, al igual que la semana pasada cuando Missy Elliott hizo su propio comeback durante el show de medio tiempo del Super Bowl, demostrando que la industria de la música de hoy no le pertenece sólo a la juventud.

Lennox, de 60 años, estuvo ausente del mundo de la música por cuatro años y en septiembre del 2014 regresó con su sexto disco, “Nostalgia,” que consiste de covers de canciones conocidas y que esta noche estuvo nominado como Mejor Album Pop Tradicional (“Cheek to Cheek” de Lady Gaga y Tony Bennett ganaron el premio).

Desde sus años con The Tourists en los ’70, y luego, con Eurythmics en los ’80, Lennox ha vendido más de 80 millones de copias de sus discos, siempre manteniendo una originalidad no sólo en su voz si no también en su estilo andrógino. Viendo a muchas de las estrellas de pop de hoy, la influencia de Lennox es innegable.

A partir de 1990, Lennox embarcó en una carrera como solista. Rolling Stone la incluyó en su lista de las 100 mejores cantantes de todos los tiempos, un honor bien merecido.

A través de su carrera de casi 40 años, Lennox se ha dedicado no sólo a la música, si no también a causas como el SIDA, el medio ambiente, la paz global y los derechos humanos. Reuniéndose con David Stewart de Eurythmics para la gira Peacetour en 1999, los dos artistas donaron todos los ingresos a Amnesty International y Greenpeace.

En 2007, Lennox estableció The SING Campaign, una campaña dedicada a ayudar a las mujeres y niños afectados por el virus VIH y el SIDA.

La cantante nunca ha tenido miedo de expresarse. En 2009 criticó a la Iglesia Católica y llamó al Papa Benedicto de “irresponsable” por no apoyar el uso de anticonceptivos en Africa, dada la crísis de SIDA que se vive en ese continente.

En 2010, fue reconocida por su trabajo humanitario por la Reina Isabel II del Reino Unido.

Lennox también ha dejado su marca en el cine, ganando un Oscar en 2004 por su tema “Into the West” de la película “The Lord of the Rings: The Return of the King.”

En 2007 la escuchamos junto a 23 grandes mujeres de la música, entre ellas Melissa Etheridge y Celine Dion, en “Dark Road,” tema que refleja el lado oscuro de nuestro mundo y la gente que sufre. La canción recaudó fondos para la organización Treatment Action Campaign, que batalla contra el virus VIH/SIDA.

Desde un principio Lennox fue un ícono para la comunidad gay y LGBT. Hace un año le dijo a Huffington Post, “Algún día vamos a deshacernos de la palabra ‘gay’ porque es irrelevante. Claro que es relevante cuando estás tratando de crear una campaña. Durante un movimiento de derechos humanos es terriblemente importante tener etiquetas y plataformas que son muy identificables pero al fin y al cabo tenemos que aceptarnos todos como somos, no importa cuál sea nuestra orientación sexual.”

Esta noche de los Grammys, sólo hay una etiqueta que le queda bien a Lennox: la de Leyenda.

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