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Ya comenzaron los anuncios de despedida, los posts de reminiscencias y las imágenes que resumen lo que los autores, editores y colaboradores de gawker.com sienten respecto al inminente cierre del sitio. El polémico, irreverente y aún así interesante proyecto periodístico de Nick Denton llegó a su fin, de la mano de una demanda entablada por un exluchador de la WWE y de un billonario de Silicon Valley.

¿Qué aprendizaje podemos extraer de lo ocurrido? Yo intenté estructurar algunos puntos sobre el curioso fenómeno.

Lección 1- Elige tus batallas… y tus “noticias”

Repite después de mi: desafiar a un magnate lleno de rencor y a Hulk Hogan al mismo tiempo NO es una gran idea. Cuando AJ Daulerio, quien fungía como editor de Gawker en 2012, decidió publicar en el popular portal un video no autorizado donde Terry Bollea (nombre real de Hogan) teniendo relaciones sexuales con la esposa de un conductor radiofónico, argumentó que se trataba de un evento noticioso digno de ser reportado. Mala idea. Hogan emprendió una feroz batalla legal, apoyada por los fondos ilimitados y el genuino resentimiento hacia Gawker del billonario Peter Thiel, co-fundador de PayPal.

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La motivación de Thiel por ayudar al luchador era a nivel personal. En 2007 Gawker Media había revelado en uno de sus sitios dedicados a cubrir chismes de Silicon Valley que el empresario e inversionista fondeador era homosexual, algo que él mantenía en secreto y que consideró como una afrenta absoluta a su privacidad. Es obvio que las graves consecuencias de considerar los dos ejemplos antes mencionados como “eventos noticiosos” de supuesto interés público nunca fueron contempladas profundamente.

Lección 2 – La libertad de prensa es relativa si hay suficientes abogados de por medio

Muchos colegas del mundo periodístico tienen miedo, en parte justificado, ante la perspectiva de que magnates como Peter Thiel tengan la facultad de acabar con un medio, apoyándose en considerables recursos monetarios para sostener costosas y prolongadas demandas ante las cortes.

Es una preocupación genuina, pues la mera idea de vernos inmiscuidos en estas batallas legales podría terminar por influir en la cobertura mediática al punto de la autocensura. No crean, yo he estado pensando últimamente si un chiste tonto acerca de Bill Gates, Carlos Slim y hasta Donald Trump podría salirme demasiado caro.

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Lo cierto es que mientras más se analice la injerencia de Thiel en la estrategia legal de Hogan, más sabremos sobre lo expuestos que están los medios y quienes participan en ellos a ser destruidos por quienes poseen dinero de sobra y la iniciativa de emplearlo en un feroz equipo de litigantes.

Lesión 3- Un triunfo legal ayuda a que se olviden muchas cosas

Si en este momento le preguntas a personas en la calle qué es lo que les viene a la mente al hablar de Hulk Hogan seguramente mencionarán que ganó una demanda por 140 millones de dólares. Habrá quienes recuerden que dicha demanda involucró a Gawker y a un video íntimo. La inmensa mayoría le recordará por su carrera como luchador. Pero muy pocos tendrán presente que esta última faceta de su vida se vio truncada súbitamente después de que se reveló una conversación donde hacía uso repetido de insultos raciales. Menos serán los que recuerden que este escándalo le costó su trabajo con la WWE, múltiples contratos comerciales y diversas oportunidades de negocios.

Eso parece haber quedado atrás. El escándalo racista del luchador ahora es un recuerdo incómodo bastante oscuro ante la opinión pública, pese a que ocurrió hace poco más de un año. Y sin embargo la cuestión ha pasado a un término distante, al punto de que se rumora de que la directiva de WWE podría estar contemplando que la Hulkamania vuelva de la mano de su icono. ¿Redención o simple mala memoria colectiva?

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Lección 4- (Y final) Crisis es oportunidad 

La adquisición de Gawker Media por parte de Univision durante una subasta con oferta final de 135 millones de dólares pone punto final a la participación de su fundador Nick Denton y a su experimento periodístico, donde tanto él como el sitio base (Gawker) resultan los únicos que quedarán fuera de la jugada. El resto de los exitosos blogs (Gizmodo, Deadspin, Jezebel, Lifehacker, etc) se incorporan a la oferta mediática que el gigante de las telecomunicaciones está desarrollando desde su última reestructuración, y hay anticipación respecto al beneficio mutuo que este trato conlleva.

Hay que alabar la perspectiva de Univision, pero también se debe ejercer cautela respecto a que historias similares a la de Gawker se repliquen a futuro. Dentro de todo, la saga tiene una especie de “final feliz” en el cual casi nadie perdió su trabajo, los principales implicados pueden rehacer sus vidas (Daulerio puede ser la excepción, pues se encuentra en bancarrota) y el drama público se ha contenido. Sin embargo, nada garantiza que estos desenlaces ocurran si vemos una demanda similar en el futuro con algún otro medio. Vivimos en tiempos complicados, donde las líneas entre lo que es reportable y lo que es litigable lucen borrosas. Más vale tomar precauciones… y no meternos en pleitos que no puedan arreglarse con un civilizado y clásico duelo con pistolas a veinte pasos.

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