Llega el McDonald’s Man a la cultura popular estadounidense. Oda a una de las compañías de comida rápida más populares de Estados Unidos y el mundo. Su autor: Kanye West, AKA el poeta. ¿Qué pensará el gran Edgar Allan Poe de todo esto?
West tiene una gran facilidad para acaparar la atención de todos los medios. En muchos casos, por su trabajo musical, en otros, por sus rants, o simplemente, por estar casado con Kim Kardashian. También es compositor, productor, diseñador de moda y empresario. Y lo más reciente, poeta contemporáneo. Su musa: la comida de McDonald’s.
En la actualidad, West es uno de los artistas más controversiales. Sus detractores están a la orden del día, y, aun así, tiene un historial de éxitos que son, gústeles o no, portentosos. Por ejemplo, el rapero ha logrado 58 nominaciones y 21 premios Grammy. Según la revista Rolling Stone, tres de sus discos están entre los 500 Mejores Álbumes de la Historia. Ah sí, antes de que se me olvide, según la revista TIME, es una de las personas más influyentes del mundo.
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Es así como West se nos presenta, triunfante, irreverente y controversial. Resulta que la industria musical está experimentando cambios muy interesantes, y éstos parecen estar directamente relacionados con el acontecer de la cultura popular contemporánea. El esposo de la Kardashian lo tiene muy claro, porque su éxito radica en entender, casi a perfección, lo intrínseco de la variable social aplicada al arte como expresión cultural.
Que West haya resultado ser poeta, no es para nada una sorpresa. ¿No es acaso el hip-hop la poesía moderna? Su trabajo más reciente fue publicado en Zine, una revista de arte creada por el artista Frank Ocean, la cual fue estrenada junto con sus dos álbumes digitales, Blonde, y el otro visual llamado Endless.
Pero como todo lo que hace West suele acaparar los titulares, su poema, McDonalds Man, parece estar destinado al salón de la fama de la poesía irreverente del siglo 21. Y por supuesto, está dando de qué hablar. Para muchos es una movida más del rapero por llamar la atención, pero si analizamos más de cerca la temática, el estilo y las palabras utilizadas, existe un tono cuasi nostálgico e ilustrativo de una realidad social muy peculiar de la sociedad estadounidense: la alimentación, la cultura y las diferencias raciales.
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En su poema, West relata su preferencia por las papas fritas, y al final también confiesa, su gusto por el pastel de manzana, pero solo después que crear todo un enigma entre los grupos de comida que coexisten en el menú clásico de McDonald’s. ¿Alegoría a la sociedad y sus diferencias? Las papas fritas son malvadas, entonces ¿es West el malo de la historia?
El hombre de McDonald’s / El hombre de McDonald’s / Las papas fritas tienen un plan / Las papas fritas tienen un plan / Las ensaladas y el kétchup tienen una banda / Porque las papas fritas tienen un plan… La hamburguesa de queso y los batidos han formado una banda / Para arruinar el plan de las papas fritas / Siempre supe que las papas fritas eran malvadas, hombre”.
“Entonces las papas fritas lucen muy bien/Sabías que la Coca-Cola Light sentía celos de las papas / Sabías que los McNuggets sentían celos de las papas / Incluso el McRib estaba celoso de las papas / Podía verlo en sus ojos artificiales de carne / Y eso que él solo está ahí parte del tiempo / Todos estaban celosos de las papas / Excepto por ese tipo especial / El pastel de manzana”.
¿Quién es quién en este poema? En la publicación, West aparece en varias fotos manejando su auto por un drive thru de la famosa cadena de comida rápida y en la pantalla se puede leer el poema. Los más felices de esta historia son, sin duda, los directivos de McDonald’s. ¿Le pagaron a West por hacer tal promoción? No lo sabemos, pero vaya publicidad.
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El trabajo del ahora poeta West es diferente, diría que hasta innovador, y podría convertirse en una genialidad del rapero, quien, de manera muy perspicaz, utiliza al McDonald’s, todo un referente cultural y social en los Estados Unidos, como un punto de inspiración. ¿Se puede llamar esto la nueva poesía del siglo 21? Esperemos que no nos limitemos a la comida rápida.
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