Hoy nos encontramos con una noticia que no nos sorprende para nada. A un mes de la muerte de Prince, las ventas de sus álbumes no han parado y, una vez más, el músico ha hecho historia.
Prince fue un genio y precursor de la música durante toda su vida, y aún después de muerto continúa rompiendo paradigmas. Su sorpresiva partida dejó a muchos seguidores, y al mundo en general, atónitos, por lo que la pasión y admiración por su trabajo musical se ve ahora representado en los nuevos récords que el cantante ha alcanzado en la cartelera Billboard.
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Todo esto nos lleva a reflexionar sobre el legado de los artistas que mueren y también lo rentable que resultan después de su desaparición física. Si bien esto suena un poco grotesco, es la realidad, sobretodo algo muy común de los grandes de la música como Michael Jackson, Elvis Presley, Bob Marley, John Lennon, y más recientemente David Bowie.
Lo de Prince confirma este fenómeno. A solo una semana después de su muerte, 19 álbumes del cantante estaban colocados en lista Top 200 de Billboard. Si hacemos algunos cálculos, estamos hablando de casi el 10% de dicha lista. Según Forbes, solo el grupo británico The Beatles, ha logrado algo similar con 13 álbumes. Por otro lado, cinco de sus álbumes se posicionaron en el Top 10: The Very Best of Prince, la banda sonora de Purple Rain, Ultimate, 1999, y Sign ‘O’ The Time.
Un caso muy reciente es el de David Bowie. Según Billboard.com, el británico incrementó las ventas de su música en un 5.000%. Y no fue sino después de su muerte que el cantante pudo alcanzar el puesto número uno de la cartelera Billboard en los Estados Unidos. ¿Irónico, no? Su álbum Blackstar – de siete canciones y lanzado dos días antes de su fallecimiento – fue el que finalmente lo consolidó en el lugar de liderazgo.
Y sin ir muy lejos, podemos igualmente mencionar a una artista latina que también ha perdurado en el tiempo, Selena. A 21 años de su muerte, la cantante es recordada y venerada por muchos fanáticos quienes la apoyan constantemente, y hasta el día de hoy, es la artista latina con mayores ventas en el mundo, valoradas en 25 millones de dólares según el sitio especializado en celebridades The Richest.
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El fatal accidente aéreo de la cantante Jenni Rivera fue otro ejemplo de cómo su partida se manifestó en más ingresos y ventas tanto de su música como imagen. Por ejemplo, la semana después del accidente, la cantante se consolidó en los primeros puestos de ventas de Billboard en la categoría de álbumes latinos con un total de 25.,000 copias vendidas. Al mismo tiempo, la artista estaba trabajando en una autobiografía, la cual fue publicada después de su muerte, y la misma se convirtió en todo un best-seller del The New York Times, con alrededor de 400.000 copias fueron vendidas.
Pero cuando hablamos de los ídolos más rentables, existen dos figuras que nunca dejarán de generar ganancias, Michael Jackson y Elvis Presley. Según Forbes, el Rey del Pop cuenta en su haber con $160 millones de dólares en ventas desde su fallecimiento en 2009 – más que cualquier músico, vivo o muerto. Y Presley no se queda atrás: $55 millones de dólares.
¿Qué hace que estos artistas sean tan exitosos después de sus muertes? Definitivamente existe cierta controversia en este tema. Primero tenemos la conducta de consumo de los fanáticos y su idolatría por estas leyendas, y, por otro lado, existen las compañías/familias de los mismos que buscan beneficiarse de éstos.
Pero la verdad es que la muerte – por muy dura que sea – reinventa a estos artistas y los hace visibles a nuevas audiencias y generaciones, lo que se ve reflejado directamente, en la única manera que tienen los seguidores de hacer que estas mega estrellas perduren en el tiempo, y es comprar y/o escuchar su música.
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