Álex de la Iglesia nos contó todo sobre el documental de Messi desde Venecia
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Momento de ver en la pantalla grande a las estrellas Latinoamericanas, pero no a las que acostumbran caminar y acaparar reflectores en la alfombra roja, sino aquellas celebradas en los bares, hogares, videojuegos y estadios de futbol alrededor del mundo. El excéntrico director español, mayormente relacionado al cine de comedia, Alex de la Iglesia, ahora llega con un proyecto documental, dedicado a conocer qué factores convirtieron a Lionel Messi, en el mejor jugador del mundo.
Gerard Piqué, Andres Iniesta, César Luis Menotti, Johan Cruyff y Javier Mascherano, son algunas de las figuras del futbol que podrás ver en esta película, revelando historias de Lionel y los días en que sucedió la temprana despedida de su natal ciudad, Rosario, para unirse a las filas del FC Barcelona. A través de anécdotas y memorias, podrás acercarte a una faceta pocas veces explorada de Messi: la del chico con problemas de crecimiento, que acompañado de sus amigos de la escuela, sus padres y el profundo cariño de su abuela, a quien siempre recuerda apuntando al cielo cuando mete un gol, lo ayudaron a convertirse en el mejor jugador del mundo.
Sobre esta nueva faceta como director, Alex de la Iglesia asegura que “esto es totalmente distinto a lo que hago habitualmente, por eso me resulta atractivo. No me gusta tampoco convertirme en un personaje. No quiero solamente dirigir mis propias películas, ni mis propias obsesiones. Si un productor me dice que si soy capaz de dirigir un película de Messi, lo mismo que si alguien me dice “¿puedes hacer una película sobre algún chef?” o sobre algo que, de alguna manera, no forma parte de mi mundo, diría que sí. Es algo que me ayuda a aprender y que también, sobre todo, me saca de mí mismo. Digamos que es un descanso de mi mundo y de las películas que me gusta rodar. Después de esto volveré a la comedia y volveré a rodar las películas que la gente está acostumbrada a que haga. Pero en mi caso, esto supone un descanso”.
Lionel Messi, más allá de transformarse con la fama y ovaciones que lo acompañan en cada cancha que pisa, según los amigos y quienes lo han acompañado desde el principio en este recorrido hacia la historia, antes que dejarse llevar por el dinero, popularidad y glamour propios de una súper estrella, y que lo rodean a él tanto como a muy pocos, sigue siendo el mismo chico discreto, capaz de emocionarse por patear un balón, vivir la pasión del juego y sí, correr y hacer magia como ninguno otro.